La titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 2 de Tafalla decretó ayer el ingreso en prisión de César Gascón Zuazu, de 44 años, el investigado por el asesinato de su hermano en la citada localidad. En su declaración judicial reconoció los hechos. En el auto, la juez indica que en este caso, de las actividades de investigación policial y judicial, “concurren sobrados indicios de la comisión de hechos con caracteres de delito”. Señala así que “y sin perjuicio del resultado de las investigaciones pendientes de efectuar”, los hechos constituyen un delito de asesinato. Además, señala, concurría en el presente caso la circunstancia mixta de parentesco, actuando como agravante. 

Los hechos vienen acreditados indiciariamente por la confesión del detenido, quien hacia las 6.30 horas de la madrugada, se presentó en la comisaría de Policía Foral de Tafalla manifestando que había matado a su hermano. Además, apunta que el investigado presentaba en aquel momento restos de sangre por su ropa. Según expone el auto, en la vivienda en la que residían ambos hermanos se encontró el cuerpo ya sin vida de Marcos Gascón con restos de sangre en cara y cuerpo y heridas por un arma blanca (un cuchillo de cocina).

un mínimo de 15 cuchilladas En el atestado policial, añade, se recogió que el cuerpo presentaría un mínimo de 15 heridas producidas por un elemento cortante, localizándose al menos ocho de ellas en la zona del cuello. Y se fotografió el cuchillo de cocina ensangrentado que se encontró al lado del cadáver. Al investigado se le efectuaron pruebas de detección de consumos previos de alcohol y drogas, dando resultado negativo. 

Según el auto, el investigado, en su declaración en sede judicial este miércoles, ha reconocido los hechos intentando justificar su actuación en que llevaba mucho tiempo discutiendo con su hermano y que éste le había amenazado en muchas otras ocasiones. Ha negado haber bebido alcohol ni tomado drogas antes de cometer estos hechos, manifestando que sufrió un “arrebato”; tras discutir con él por varios objetos personales.

Además, señaló que padece lo que él llamó un ‘trastorno disocial de la personalidad’, pero del que no sigue tratamiento. También justificó su actuación diciendo que su hermano había estado en la cárcel y que también tenía trastornos psicológicos y que le amenazaba. Asimismo, recoge que el investigado carece de arraigo laboral y familiar, no trabaja ni desarrolla actividad profesional, no tiene hijos ni consta que tenga pareja sentimental, ni propiedades a su nombre. Por ello la jueza decreta prisión provisional ya que “el riesgo de fuga resulta patente”. La defensa, que ejerce el abogado José María García Elorz, pidió de manera alternativa que se le ingrese en un centro psiquiátrico, pero la jueza lo descarta.“Al investigado se le veía tranquilo y no parecía sufrir ningún brote psiquiátrico siendo muy consciente de lo que decía o hacía. Es más, su versión de los hechos ha sido idéntica a la que manifestó a la Policía”, indica.