La hoguera en la que se convirtió el martes la sala de proyecciones Tornamira del Planetario de Pamplona, el llamado joyero de las estrellas, no afectó por suerte al resto de estancias del edificio, que permanecen en buen estado gracias al funcionamiento de las puertas ignífugas, y si bien causó gravísimos daños a la sala principal, se confía en que la misma no presente daños estructurales y pueda ser reedificada.
La brigada de Criminalística de Campo de la división de Policía Científica de la Policía Foral pudo acceder ayer al interior para iniciar las investigaciones sobre el origen del fuego y valorar los daños, de los que se encargarán también los técnicos correspondientes del Gobierno foral. Todo hace indicar, según las primeras hipótesis, que el fuego tuvo un origen eléctrico y ahora se debe concretar el foco de ignición. El proyector planetario óptico Zeiss, las 205 butacas y la bóveda celeste que formaban el buque insignia del edificio ardieron por completo, al igual que la tela asfáltica que cubría el hormigón que servía de perfil a la cúpula.
La tela de araña de aluminio que formaba la misma presenta daños parciales, con abombamiento en alguna parte de la estructura, pero mantiene sus anclajes. Ahora es el momento de evaluar los daños, fijar una idea constructiva y de proyecto y que vaya acompañada de un calendario de trabajos. ¿Qué se quiere o qué se podrá hacer de nuevo en El Planetario? Todo dependerá también de la valoración del siniestro, pero la singularidad del espacio y su simbolismo dentro del parque de Yamaguchi invita a recuperarlo tal y como se ha conocido hasta ahora.
La consejera de Cultura del Gobierno de Navarra, Rebeca Esnaola, ha reconocido sentirse "con preocupación y ganas" de conocer cómo se encuentra la situación por dentro del edificio. Y a este respecto, a la espera de la valoración de los técnicos, ha manifestado que no tiene dudas sobre la conservación de la cúpula aunque es consciente de que llevará un largo trabajo, que no ha podido concretar en plazo temporal. "No hay dudas en la cúpula pero habrá que ver cómo nos encontramos el espacio y fijar un calendario para marcar un planteamiento a futuro", ha dicho Esnaola.
Conocer el alcance de los daños causados por el fuego en el Planetario de Pamplona es prioritario a la hora de hablar sobre su futuro en un momento en el que sus responsables se encuentran inmersos en "un proceso de reflexión sobre el edificio y su puesta en valor". La consejera ha señalado que habían abierto "un proceso de reflexión sobre el edificio y su puesta en valor, creyendo que está en un espacio bueno, ideal en la ciudad, entre dos barrios que aúnan ciudadanía quizás de más edad en Ermitagaña y más joven en Iturrama".
"Incluso -ha continuado- estamos en una reflexión del entorno del propio edificio por lo que esto también nos va a permitir repensar algunas cuestiones, pero pendientes de la elaboración de esos informes y de lo que dicen, por ejemplo, en torno a la cúpula", un elemento que ha reconocido que es "una referencia". Esta nueva etapa del Planetario se acelera tras lo sucedido.
A partir de este miércoles, con la entrada ya en el interior del edificio de los investigadores de la Policía Foral, están a la espera de la evaluación de daños materiales para establecer un calendario de trabajo para "seguir trabajando esta divulgación científica y ver en qué situación y en qué plazos poder ya trabajar en el edificio".

Sobre estos plazos ha remarcado que todavía es pronto para precisarlos: "Probablemente tarde mucho tiempo". "Tenemos que ver qué nos dicen los informes y a partir de ahí tomaremos decisiones", ha aseverado Esnaola.
Mientras tanto trabajan para reubicar las actividades que se venían desarrollando en el Planetario en otros espacios de NICDO y del Gobierno de Navarra para lo que cuentan también con ofrecimientos de entidades colaboradores. Como uno de esos posibles espacios ha citado la Biblioteca de Navarra.
Los trabajadores (la plantilla está integrada por siete personas y con otros empleados en función de los diferentes eventos asciende a 12) están actualmente teletrabajando.
Entre los proyectos que estaban ya en marcha en el Planetario ha comentado que quieren ver el estado en el que ha quedado la exposición 'Strom', una de las "apuestas más interesantes en estos meses" para poder ver si pueden recuperarla. Lo que no se podrá recolocar es todo lo relacionado con la cúpula.
Esnaola ha agradecido tanto la labor de los efectivos de emergencias por su "rápida respuesta" como las muestras de "cariño, cercanía y apoyo" que han recibido tanto de la ciudadanía navarra de manera anónima como de personas y entidades de fuera de la Comunidad Foral lo que les refuerza en "esa sensación de este vínculo tan especial que el Planetario de Pamplona tiene con el público en general".
En este sentido ha recordado que son unas 170.000 las visitas que recibe anualmente esta instalación.
Riesgo de colapso
Iñaki Elías, jefe de Bomberos de Navarra, comentó ayer que el aviso del fuego se había producido a las 7.15 horas de la mañana cuando se había dado la alerta de que salía humo blanco de la instalación. “A partir de ahí los efectivos del parque de Cordovilla acudieron y las primeras labores consistieron en observar la zona”. Al entrar dentro tirando las puertas, se vio la envergadura del fuego y “tras detectar con la cámara térmica del dron que la temperatura de la cúpula era bastante alta se optó por actuar con prevención para enfriarlo”.
Una vez que se logró y por tanto las condiciones eran más seguras para los efectivos de bomberos, se pudo acceder dentro de la propia sala para atacarlo, ya de forma directa una vez que el riesgo de colapso había desaparecido. Desde la Policía Municipal se pidió paciencia tanto a los vecinos como a los padres y madres del colegio San Cernin, que se encontraba en las inmediaciones, y que a primeras horas de la mañana acudían a llevar a sus hijos e hijas. Al vecindario se le pidió que cerrara las ventanas para evitar intoxicaciones.
La consejera de Interior, Amparo López, afirmó durante la mañana de ayer, antes de que el incendio en el edificio se diera por extinguido, que el “el origen del fuego habrá que investigarlo y determinarlo”. “Habrá que dar parte a la compañía de seguros y tanto Policía Municipal, Policía Foral como los peritos de las compañías de seguros trabajarán en ello”, indicó.
Los detalles
Trabajo clave. La alerta del incendio la dio un vecino de Yamaguchi hacia las 7.13 horas porque salía una columna de humo blanco de la cúpula del edificio. Para ese momento, a la llegada de los bomberos de Cordovilla, la sala de proyecciones había ardido casi por completo. La cúpula tenía riesgo de colapsar y de que se derrumbara encima de los efectivos de bomberos, que trabajaron dentro del edificio y desde el exterior de dicho espacio.
Daños gravísimos en la sala Tornamira. La docena de trabajadores se acercaron hasta el lugar del incendio para interesarse por la situación producida por el fuego. Fueron informados de que sería imposible acceder al edificio a lo largo del día. La sala Tornamira de proyecciones presenta unos daños gravísimos y el Gobierno tendrá que estudiar qué solución busca al edificio. Los responsables del departamento de Cultura trabajan ya para reubicar las actividades, como las exposiciones, en otros espacios públicos.