Como cada año, el próximo 7 de abril se celebrará el Día Mundial de la Salud. Una fecha escogida por la Organización Mundial de la Salud para crear conciencia sobre las enfermedades mortales mundiales y crear hábitos sanos en las personas.

La celebración de este día se lleva a cabo desde 1950 y centra su atención en un tema basado en las necesidades y sugerencias que realizan los Estados miembros. En los últimos años, las campañas de la OMS han trabajado para fomentar que la sanidad llegue a todos los rincones del planeta, posibilitando que las personas puedan tener la atención sanitaria cuando lo necesitan en el seno de su comunidad, que no tengan que desplazarse largas distancias para obtenerla, y que sea asequible para las familias.

En esta ocasión, la campaña de este 2021 se centrará en la importancia de "construir un mundo más justo y saludable".

Nuestro mundo es desigual

Como ha destacado la covid-19, algunas personas pueden vivir una vida más saludable y tienen un mejor acceso a los servicios de salud que otras, debido en su totalidad a las condiciones en las que nacen, crecen, viven, trabajan y envejecen.

En todo el mundo, algunos grupos luchan para llegar a fin de mes con pocos ingresos diarios, tienen peores condiciones de vivienda y educación, menos oportunidades de empleo, experimentan una mayor desigualdad de género y tienen poco o ningún acceso a entornos seguros, agua y aire limpios, seguridad alimentaria y servicios de salud. Esto conduce a un sufrimiento innecesario, enfermedades evitables y una muerte prematura. Y daña nuestras sociedades y economías.

A pesar de ello, muchas personas siguen sin tener acceso a una atención sanitaria de calidad, e incluso ocurre que muchas otras se ven obligadas a elegir entre la salud, y otros gastos cotidianos, como alimentos e, incluso, un techo. Por este motivo, el próximo 7 de abril la OMS quiere poner en el foco de la atención la necesidad de pedir a los líderes que garanticen unas condiciones de vida y de trabajo propicias para la buena salud de todas las personas. Al mismo tiempo, con esta campaña pretende instar a monitorear las inequidades en salud y a garantizar el acceso a servicios de salud de calidad de toda la población mundial.

La covid-19 ha afectado duramente a todos los países, pero su impacto ha sido más severo en aquellas comunidades que ya eran vulnerables, que están más expuestas a la enfermedad, tienen menos probabilidades de tener acceso a servicios de atención médica de calidad y más probabilidades de experimentar consecuencias adversas como resultado de las medidas implementadas para contener la pandemia.

Medidas exigidas

1.- Trabajar codo con codo con las comunidades y las personas afectadas con el fin de abordar las causas profundas de las desigualdades y poner en práctica soluciones, dentro y fuera del sector de salud. "El impacto será mayor cuando los gobiernos y las comunidades trabajen juntos de manera coordinada".

2.- Garantizar la recopilación y el uso de datos sanitarios oportunos y fiables, desglosados por sexo, edad, ingresos, educación, situación migratoria, discapacidad, ubicación geográfica y otras características relevantes para el contexto nacional. "Solo así es posible evaluar las desigualdades entre los subgrupos de población y tomar medidas que tengan impacto".

3.- Adoptar un enfoque de todo el gobierno para abordar las causas de las desigualdades y aumentar la inversión en la atención primaria. Fundamental para hacer frente a los retos actuales que supone "garantizar la salud para todos" y para construir la resiliencia del futuro.

4.- Actuar más allá de las fronteras nacionales. Cuando se actúe de manera global se podrá acabar con la pandemia de la covid-19. "Solo así se podrá garantizar un suministro equitativo de vacunas, pruebas y tratamientos", indica la OMS. "Debemos reforzar los mecanismos nacionales e internacionales y fomentar la confianza y la participación de la comunidad en su suministro y utilización con el fin de garantizar el acceso para todos a nivel mundial".

Trabajar de forma conjunta y coordinada entre los países se convierte en una prioridad para luchar contras las desigualdades mundiales