CIUDAD DE MÉXICO. Combo de fotografías del novillero mexicano Christian Hernández durante su vergonzosa actuación del domingo en la Plaza México de la capital mexicana, en la cual le devolvieron vivos a los corrales los dos astados de su lote. En la primera imagen Hernández huye al ver su primer novillo, y en las siguientes regresa al ruedo y se arranca la coleta, tras lo cual, entre la rechifla y la bronca del público, fue sacado del lugar por la policía por incumplimiento de sus obligaciones.
Al recibir al quinto toro, el joven diestro "no quiso ni olerlo con el capote y los picadores no le restaron fuerza, de modo que luego de pegarle dos muletazos por la cara, a medida que arreciaba el chubasco, Hernández perdió el control, atravesó el redondel corriendo y se tiró de cabeza al callejón", según reza la crónica del diario La Jornada.
Así, presa del pánico, el torero se negó a retomar la faena y tras una larga charla con la autoridad, se colocó en mitad de la plaza, "se arrancó la coleta y se despidió del público para siempre. Sin embargo, como incumplió su contrato, fue arrestado por la policía", sigue la nota firmada por Lumbrera Chico.
"Hice mi declaración frente al juez. Le expliqué que tuve mucho miedo y que no podía matar a ese novillo. Para los taurinos puede ser un hecho inexplicable, pero para mí está perfectamente claro", ha comentado el torero tras pagar una multa, informa el diario Reforma. "La profesión que yo creí que era mía no lo es, respeto y admiro a todos los toreros, hay que tener muchos... para ponerse delante de un toro, y a mí, hoy, me faltaron", añadió.