ue llamativa la propuesta de Uxue Barkos el viernes pasado en el Parlamento reclamando una receta "a la danesa" para reconducir la situación económica una vez que pase la emergencia sanitaria a causa del COVID-19 y haya que insuflar energía a las maltrechas empresas según se alarga el confinamiento.

Esta medida, aprobada en Dinamarca por unanimidad, supondrá que el Estado danés pague durante este trimestre con carácter general el 75% del sueldo de los empleados no públicos, de cara a garantizar la liquidez empresarial, el capital humano, y la capacidad adquisitiva de los trabajadores.

Toda una demostración de poderío público, que en Navarra constituiría una alternativa a la dinámica financiera de los avales bancarios, y a la filosofía de los ERTE, en la medida también que la avalancha de solicitudes genere retrasos.

Para Barkos, la Administración foral debe tratar de asegurar que el tejido industrial salga lo más fortalecido posible en esta complicada coyuntura, con una masa salarial que permita la reactivación de la economía y trate de mantener la fortaleza de las empresas.

En Dinamarca esta ayuda directa se ha puesto en marcha con efectos retroactivos desde el 9 de marzo. El Estado pondrá ese mencionado 75%, los trabajadores 5 días de vacaciones sin sueldo en etos tres meses, y las empresas el resto. Todo ello, a empresas que planeen recortar su plantilla en un 30% o en más de 50 empleados, bajo la condición de no realizar despidos en este trimestre, intentando solventar así el bache que ya asoma con crudeza en Europa y en el mundo.

La líder de Geroa Bai valora esta vía danesa para evitar futuros despidos con sus consiguientes prestaciones del desempleo. Se trata de una medida complementaria y al mismo tiempo alternativa a los ERTE, con distinto objetivo y proceder. "No se deja colgado ni a las familias ni a las empresas", y además, no entra a gestionar los motivos, lo que genera mucha más agilidad, explica Barkos. Los daneses ya la tienen en marcha. Aquí se ha abierto un debate. "Nosotros hemos lanzado una propuesta de algo que estamos viendo que funciona en una economía que puede ser similar a la nuestra, con otra dimensión, pero podemos asumirlo. Tenemos margen porque la situación económica de la Administración lo permite. Navarra tiene 2 puntos menos de presión de deuda sobre el PIB que en 2015, tiene capacidad de emisión de bonos de deuda. Es una propuesta para sentarnos a hablar, primero en el Gobierno y segundo en el Parlamento y con los agentes sociales. Pero con rapidez, claro". A su juicio, la coordinación con el Ejecutivo presidido por Sánchez, "incuestionable", no implica que los gobiernos autonómicos, y por tanto el Gobierno Foral, "funcionen por inercia de lo que está diciendo el Gobierno Central. La coordinación sí, la inercia no", concluye.

Núria Vila es una periodista freelance en labores de corresponsalía en los países nórdicos, y ha seguido la evolución de la crisis en Dinamarca. "Todos los partidos del Parlamento danés votaron a favor", subraya. En total, nada menos que catorce formaciones, en un país gobernado en minoría por la socialdemocracia. "Es muy significativo que una medida de estas características tenga esta unanimidad y eso es también porque al ser un país pequeño, tienen esa tradición de acuerdos y de consensos muy amplios. Pasa en general en los países nórdicos".

La iniciativa inicialmente se firmó entre el Gobierno, los sindicatos y las patronales. El acuerdo se pasó al Parlamento y se votó. Según Núria Vila, esta ayuda directa, complementaria a otras medidas "no es una medida que lo cure todo; ha habido despidos y seguirá habiendo, pero ellos argumentan que será una manera de suavizar un poco esta crisis en el mercado laboral". Vila recuerda, en lo que se refiera a la escala salarial que el 75% de ayuda establece un límite en casos de sueldos muy altos.

Hecha esta aproximación, cabe plantearse si la receta podría afrontarse en Navarra. Para Joaquín Arriola, profesor de Economía Política de la UPV, "estaríamos hablando, en un mes, de entorno al 2,5% del PIB de la Comunidad. Precisamente la cifra de crecimiento que se va a perder en el conjunto de la economía. Por eso, representa el esfuerzo que hay que hacer para compensar esa pérdida por el parón de la actividad económica". Eso, en un mes. Si fuese un trimestre, algo que "le parece demasiado", el cálculo se elevaría al 7,5%. Aunque reconoce que desde el punto de vista del endeudamiento, "Navarra tiene margen de endeudamiento comparándolo con el resto de las comunidades para hacer un sobreesfuerzo". Si bien establece una salvedad. "Habría que evaluar si hay que poner todos los huevos en la misma cesta". Es decir, si en el esfuerzo en torno al 7% u 8% del PIB, margen del que dispone Navarra, toda la carne en el asadordebe dirigirse a dicha inyección de liquidez, recordando también los costes que supondría el apoyo a los autónomos, un colectivo particularmente damnificado, atendido en Dinamarca de forma similar a los trabajadores por cuenta ajena. Por lo que Arriola plantea como alternativa hacer "un pago homogéneo a todas las personas trabajadoras", algo que considera desde el punto de vista de la gestión "bastante más sencillo", preguntándose además "si no sería necesario un esfuerzo no solamente para sostener el consumo, sino también para la inversión".

Joan Josep Bosch, economista y miembro de ATTAC Navarra se debate en un análisis algo ambivalente. "Claro que veo bien esta vía, si fuera ahora, durante el tiempo que estamos aplicando los ERTE, que por otra parte ya condicionan a que no se pueda despedir a nadie durante los siguientes 6 meses cuando salgamos del Estado de Alarma. ¿Por qué entonces tengo que ayudar más a las empresas si ya se han comprometido a no despedir?". Bosch valora a priori esta receta, pero no la ve extrapolable a Navarra, sino más bien la considera "un juego de artificio" . Dice que le parece mejor la vía danesa que la española, pero expresa reservas. "Si lo hiciese solo Navarra, siendo el Estado central como es, te lo puede recurrir. Una empresa de la Ribera estaría en gran ventaja respecto de una de La Rioja a solo 6 kilómetros. Sería probablemente motivo de recurso". Bosch recuerda que Dinamarca tiene su propia moneda, y un Banco Central que puede emitir billetes. "El escenario es muy distinto", subraya, también en lo que se refiere a su juicio a la solvencia de ambos territorios, por la corresponsabilidad de Navarra con la deuda del Estado.