- Las residencias de personas mayores de Navarra están logrando combatir el coronavirus y la incidencia ya ha descendido un 90%, hasta situarse en 96 casos, aunque en estos casi tres meses de pandemia el virus se ha cobrado la vida de 435 personas, de las que a 260 se les confirmó la presencia de la covid-19, 163 tenían síntomas compatibles pero nunca se sabrá si ello precipitó su muerte y otras doce son las que han fallecido desde el 15 de mayo hasta ayer. Se trata del 7,2% de los 5.835 residentes. Esta es la principal tragedia de una pandemia que ha situado a las residencias de mayores en el ojo del huracán, aunque en el 53,5% de ellas no se ha producido ninguna muerte. Las explicaciones están siendo analizadas en una auditoría que el Gobierno de Navarra prevé concluir para finales de julio.

Entre tanto, ayer la consejera de Derechos Sociales, junto a los representantes de las dos asociaciones de geriátricos que hay en Navarra, Lares y Anea, dio a conocer el informe que ha realizado el Observatorio de la Realidad Social sobre la incidencia de la covid-19 en las residencias de mayores desde el 8 de marzo hasta el 15 de mayo. El estudio evidencia que en 37 de las 71 residencias de Navarra no se ha dado ningún caso de covid-19 y que la evolución de la pandemia está siendo positiva ya que el número de casos ha bajado hasta 96 cuando por ejemplo el día 17 de abril se contabilizaban 848 positivos confirmados por PCR.

El estudio pone de manifiesto también que la situación en estos centros es reflejo de la incidencia que la pandemia ha tenido en las zonas donde están ubicadas y que, como también ha ocurrido en otros ámbitos, el desconocimiento de la repercusión del virus cuando comenzó a atacar a la ciudadanía hizo que las medidas no fueran inmediatas y que se fueran adaptando conforme aumentaba la gravedad.

La falta inicial de medios de prevención, la ausencia de espacios en los centros para aislar a las personas contagiadas. tal y como se ha venido poniendo de manifestó desde Derechos Sociales, también ha influido en la expansión del virus en estos centros y un dato importante es también que, en un principio, se desconocía que los casos sintomáticos podrían contagiar igual que los confirmados, algo que se ha descubierto con posterioridad y que no se tuvo en cuenta para el aislamiento de los afectados. Rafael Sánchez Ostiz (Anea) puso de manifiesto que se trata de centros que atienden a una población envejecida y con dependencia cuya edad media es de 84 años.

Una de las conclusiones de este informe del Observatorio de la Realidad Social es que el tamaño de los centros no ha influido. Así, las residencias de tamaño intermedio presentan menos casos que las más pequeñas y dentro del grupo de las grandes residencias, aquellas con 175 plazas presentan un porcentaje menor que las situadas en la franja de 100 a 175 plazas. Este dato, no obstante, requiere evaluaciones posteriores, precisa el informe.

De las 71 residencias geriátricas que hay en Navarra, con un censo de 5.835 personas residentes y más de 3.000 trabajadores, en 37 de ellas (53,5%) no se ha producido ningún fallecimiento por covid-19, sea confirmado o sintomático. El informe hace una fotografia de la evolución de la pandemia en las residencias de mayores y, como queda dicho, la incidencia del coronavirus ha ido de la mano de los casos registrados en las distintas zonas de Navarra. El numero de positivos hasta ahora es de 1.266, lo que supone un 21,7% del total de residentes.

Así, Carmen Maeztu explicó que las áreas de mayor impacto de casos positivos entre la población general han sido Pamplona, Tafalla y Tudela y Zona Noreste. Coinciden con las de mayor incidencia en residencias, aunque en este caso Tafalla se coloca por delante de Pamplona y la Zona Noreste por delante de Tudela. En los casos de fallecimientos, la zona más castigada ha sido la de Tafalla, con un 12% de muertes por covid-19 entre las personas residentes, seguida de Pamplona y Comarca, con un 9,5%. A continuación, Tudela (5,9%) y la zona noreste (4%). Por el contrario, Estella (2,9%) y la zona noroeste (3,6%) destacan por ser las de menor incidencia en la población general y también en los centros residenciales.

Destacó Maeztu que las altas epidemiológicas superan ya las 900 personas y sólo 7 positivas permanecen hospitalizadas, mientras que otras 89 están siendo atendidas en las propias residencias. Con la salida del Balneario de Fitero de las cuatro últimas personas el pasado jueves, ya no queda ninguna persona mayor en los recursos intermedios habilitados y el 72% de los centros existentes (51 de los 71) no tienen casos.

En cuanto a los profesionales, las bajas por covid-19 han supuesto el 24,1% de la plantilla: 740 personas de un total de 3.073 de las que 1.191 trabajan en centros de Pamplona y Comarca. Esta afección también ha descendido hasta 120 personas de baja en la actualidad, lo que supone un 4% de la plantilla total.

La consejera tras presentar los datos del informe reconoció que este periodo de marzo a mayo “ha estado plagado de historias que nos conmueven y que la sociedad deberá conocer”, al tiempo que destacó la labor desempeñada por los profesionales que atienden las residencias y “la decencia y el compromiso ético que caracteriza a este sector”.

A la vista de estos datos anunció que se formularán propuestas y recomendaciones de mejora que permitirán determinar alertas tempranas para mitigar los efectos en crisis similares que se pudieran producir en el futuro. “Debemos aprender de nuestros éxitos y fracasos para estar mejor preparados para la próxima pandemia que ocurrirá inevitablemente. Esa será también una forma de honrar a las personas fallecidas”, apuntó Maeztu, quien agradeció una vez más la implicación de los profesionales “su compromiso, sensibilidad y trabajo para procurar el bienestar de nuestros mayores, en unas condiciones tan complejas”.

La consejera, junto a Eduardo Mateo (Lares) y Rafael Sánchez Ostiz (Anea) mostraron su preocupación por el posible deterioro de la imagen del sector o el peligro de “estigmatización” de algunas residencias e insistieron en que esta percepción no se corresponde con la realidad. “Queremos hacer llegar un mensaje de confianza en los centros y sus profesionales y de tranquilidad hacia la ciudadanía. Lo sucedido en Navarra no es excepcional, ha ocurrido en otras ciudades y países. No olvidemos que estamos ante una pandemia mundial”, dijo.

Eduardo Mateo, en nombre de Lares, que agrupa a 37 residencias de entidades sin ánimo de lucro, fundaciones y mancomunidades, aseguró que no tiene “conclusiones claras sobre las causas del comportamiento desigual del virus en los centros residenciales”, aunque destacó que “ha habido un elemento común, el modelo de trabajo, realizado desde la humanidad, el cariño y la constante comunicación”. “La escucha, mantener rutinas y hábitos saludables y cierta normalidad han sido imprescindibles”, subrayó.

Rafael Sánchez Ostiz, en representación de Anea que agrupa a 27 residencias con casi el 50 % de las plazas de Navarra, afirmó que los residentes y sus familias “han sido un ejemplo de resiliencia, frente a las drásticas medidas que se han tenido que implantar para frenar la enfermedad”. También puso en valor el esfuerzo de los trabajadores y trabajadoras, “por encima de lo exigible, para dar la mejor calidad de vida posible a las personas atendidas en esta situación excepcional”.

Evolución. El informe ahonda en otros datos que reflejan que el envejecimiento de la población navarra ha subido 2,2 puntos en la última década y que en 2037 el 25% será mayor de 65 años. También se intensificará el sobre-envejecimiento (alcanzan los 80 años respecto a los que han llegado a 65), que en 2010 era del 31,9% y en 2019 alcanzó el 32,2%, 1,6% más que la media estatal. En 2037, 70.000 personas tendrán más de 80 años y 750 serán centenarias. Un fenómeno a prever en la planificación de políticas públicas por sus repercusiones socioeconómicas y en atención a la dependencia, ya que la franja 80-94 años representa el 54,5 % de la población dependiente navarra.

En las áreas de salud en que la covid-19 ha tenido más incidencia para el conjunto de la población, la ha tenido también en las residencias

El 7,2% de los 5.835 residentes ha fallecido. Las áreas de Tafalla (12%) y Pamplona-Comarca (9,5%) tienen el mayor índice letal

Del 8 de marzo al 15 de mayo hay 631 muertes en residencias, el 47% con covid confirmado, el 26% con síntomas y el 27% sin relación

Pamplona y Comarca tiene el mayor índice de contagios (23,3%), mientras en Estella los contagios entre residentes ha sido del 12,8%

Solo 10 personas de estos centros, cuyo censo de dependientes ronda el 70%, se ha vuelto a casa con su familia durante la pandemia

El 24,1% del conjunto de profesionales ha requerido baja médica por la covid-19, siendo el indice más elevado en Pamplona y Comarca (37,8%)