Merecen que su nombre aparezca en capitular. Se lo han ganado a pulso. Son las aldeas de la Galia navarra que han resistido un año después sin coronavirus. 17 municipios en total que no alcanzan el millar de habitantes si se suman sus padrones. Serían 963 vecinos en total.

A estos 17 municipios, de los 272 con los que cuenta Navarra, habría que sumar el medio centenar de concejos que tampoco han tenido casos. En las cifras oficiales que maneja el departamento de Salud para informar del seguimiento de la pandemia las siguientes localidades no aparecen al estar con cero casos, libres de covid: Abaurrea Baja (31 habitantes), Armañanzas (52), Azuelo (26), Barbarin (49), Castillonuevo (43), El Busto (54), Ezprogui (44), Gallués (94), Garaioa (94), Guirguillano (83), Güesa (36), Larraona (96), Leoz (46), Morentin (115), Petilla de Aragón (31), Sorlada (57) y Tirapu (42) han aguantado los empellones de una pandemia que ha puesto en valor lo que supone vivir en un pueblo.

Por allí hubo tanto miedo como en todos los rincones, quizás también porque el bicho lo trajeran los forasteros, excursionistas, domingueros o paseantes... Pueblos así fueron el refugio a partir de mayo del que buscaba aire, esparcimiento y una mirada más allá del marco del ventanal. Más cerca del final del calvario, con la vacuna asomando, los núcleos rurales buscan ahora la manera de convivir con un bicho que durante un tiempo no dejará aún en paz. Toca resistir. A lo que están más que acostumbrados.