Aunque decir que todos somos iguales parezca una frase más que sabida por todas y todos, lo cierto es que todavía hay individuos a los que no les entra en la mollera que no importa de dónde vengas o a dónde vas, el color de piel o el idioma. Y por mucho esfuerzo que hagan diferentes asociaciones y entidades por integrar de una forma completa a una persona migrante dentro de la sociedad, lo cierto es que el trabajo a realizar es arduo y no siempre logra su objetivo. Por eso, y con el objetivo de concienciar y, sobre todo, reivindicar una comunidad intercultural, el alumnado de 3º de la ESO del Instituto Iturrama y los jóvenes de la asociación SEI han participado en un proyecto que ahora tiene su broche final en un gran mural que se puede ver, desde ayer y hasta el 18 de mayo, en la muralla de la Ciudadela.

Más de 90 alumnos y alumnas del Instituto Iturrama y de SEI han participado durante cinco meses en Inside Out Pamplona, un proyecto innovador, intercultural y cooperativo ideado por el artista JR y que busca el encuentro intercultural de adolescentes que viven en la misma ciudad, generando una experiencia compartida media, en este caso mediante la fotografía, invitando así al pensamiento crítico y fraguando movimientos de cambio pacífico. “Lo más importante de este proyecto es que los jóvenes se han conocido desde la igualdad, sin importar su procedencia ni ningún otro aspecto, y que han visto que una sociedad intercultural es necesaria”, apunta Oskia Azkarate, técnica de la Asociación SEI, para quien hay que evolucionar de una “sociedad multicultural como la que tenemos a una comunidad intercultural”.

El proyecto pone de manifiesto que la migración es uno de los procesos más duros que puede experimentar una persona por los cambios tan grandes que produce dejar atrás la cultura, la familia o las amistades y tener que adaptarse a un contexto socio-familiar totalmente nuevo y crear en este una nueva comunidad. Para llegar al fondo de todo esto, los alumnos del Instituto Iturrama y los jóvenes de SEI se conocieron, en un primer momento, a través de un juego en el que cada uno recibía una carta con una fotografía un tanto abstracta de otra persona y su correo electrónico. Después, estuvieron mandándose mensajes durante un tiempo hasta que llegó el encuentro en persona, en el que pudieron intercambiar experiencias y reflexiones. “Los alumnos se han implicado muchísimo durante todo el proceso y a día de hoy podemos decir que algunos de los chavales del instituto acuden de manera habitual a algunas de las actividades que organizan desde SEI, lo que nos parece lo más bonito de todo”, afirma Marta Elía, profesora de Fotografía del Instituto Iturrama.

un mural de 16 metros de largo El resultado de todos estos encuentros se puede visitar ahora en la muralla de la Ciudadela. Se trata de un gran mural, de 16 metros de largo y 4 de alto, compuesto por más de 50 retratos a gran escala de los chicos y las chicas que han participado en el proyecto. “Es bonito ver expuestas las fotografías por fin, porque son la culminación de un trabajo que ha sido muy importante y enriquecedor”, apunta Azkarate. Las fotografías, en blanco y negro, se acompañan de un texto explicativo de todo el proyecto. Durante la colocación del mural, ayer, se llevaron a cabo diferentes dinámicas en grupo en las que participaron todos los jóvenes. Estas estaban orientadas a la reflexión sobre prejuicios, a la superación de barreras o a la visibilización de la diversidad cultural y la aceptación. Al final de todo, se realizó una evaluación. “Es una forma de saber qué hemos hecho bien y qué se puede mejorar, si les ha parecido de utilidad este proyecto”, destaca Azkarate.

Para Naiara Vera, una de las jóvenes que acude a la Asociación SEI, todo el proyecto ha sido, sin duda, “muy positivo”. “Lo que más me ha gustado ha sido juntarme con otras personas, conocerles y hacer nuevos amigos”, destaca la joven, quien espera seguir “en contacto” con todos ellos una vez finalice esta aventura. “Creo que es importante juntar a personas de diferentes culturas a través de este tipo de dinámicas y ver que, al final, no somos distintos”, añade. Por otro, lado, Jaione Henares, Amaia Garmendia y Nahia Lazkano, del Instituto Iturrama, también se alegran mucho de haber formado parte de este proyecto y sostienen que “el hecho de haber nacido en un lugar u otro no dice nada de una persona”, aunque lamentan que este sea el motivo por el que “mucha gente todavía sea tratada de manera diferente”. “Es algo que ya sabíamos pero después de haber participado en este proyecto nos damos aún más cuenta de que todos somos iguales”, apunta Lazkano, a lo que Garmendia añade: “La interculturalidad mola”.

hacer visible lo invisible El proyecto Inside Out es una iniciativa del artista JR que ha tenido su reflejo en acciones de países como Ecuador, Palestina, México o Italia. En todos ellos, se ha seguido una dinámica de visualización de la migración y su integración en la ciudad. El proyecto, innovador y cooperativo, busca descubrir y revelar las historias que surgen entre todos los participantes para iniciar una conversación con la ciudad desde una perspectiva intercultural y contemporánea. Para Elía, este proyecto mundial permite “hacer pública una historia invisible a través de una plataforma mundial” y dar a conocer el trabajo de tantas personas por la plena integración de todos en la sociedad “es algo fundamental” y que, además, “emociona mucho”. “Estamos muy satisfechos de haber participado en este proyecto”, añade.

Y es que con acciones como esta queda más que demostrado el poder transformador del arte, en cualquiera de sus vertiente, al generar un debate que dé comienzo al cambio.

El proyecto. Inside Out Pamplona es un proyecto innovador, cultural y cooperativo, ideado por el artista JR y que ha tenido su reflejo en acciones de países como Ecuador, Palestina, México o Italia. En el caso de Pamplona, alumnado que cursa la asignatura de Fotografía en el Instituto Iturrama ha conocido y retratado a jóvenes y adolescentes recién inmigrados a la ciudad, que participan en la Asociación SEI. Además de la intervención artística, la propuesta ha invitado a las personas participantes a compartir, descubrir y revelar las historias que han ido surgiendo en este trabajo en equipo para iniciar una conversación con la ciudad desde una perspectiva intercultural y contemporánea.

El mural. De 16 metros de largo y 4 de alto, está situado en el interior de la Ciudadela, en una de sus murallas. Consta de 52 retratos de los jóvenes participantes.