La gestión de la tórtola es beneficiosa para la reproducción de estas aves y la supervivencia de la especie. Esta realidad, avalada por datos científicos, conteos y estudios realizados por organizaciones como la Fundación Artemisan, es contra la que está arremetiendo el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), según ha denunciado recientemente la Real Federación Española de Caza (RFEC), que ha avisado al Gobierno que, si sigue negando la evidencia científica, su próximo paso será acudir a los tribunales.

El motivo de esta campaña, en la que la entidad que representa al sector cinegético en España también se plantea alentar al millón de familias de cazadores a salir a las calles para “protestar por la postura sectaria del ministerio”, surge por el dictamen y la carta de infracción que envió al Ejecutivo central la Comisión Europea, en los que acusaba al país de no haber tomado medidas que buscaran garantizar la conservación de la tórtola europea.

Como recuerda la RFEC, el MITECO está promoviendo que se catalogue a esta ave como una especie vulnerable, lo que conllevaría su automática expulsión de la categoría de cinegética y, por tanto, de su caza. Al mismo tiempo, también se critica que desde la Administración no se está realizando ningún esfuerzo para paliar los descensos en sus poblaciones y resolver el principal problema para su conservación, que no es otro que la paulatina pérdida de sus hábitats.

Detrás de esta situación se encuentran los cambios de los últimos años en la gestión agraria en España, con una intensificación agrícola, un adelanto de las cosechas, un levantamiento de los barbechos y un descenso de las plantas oleaginosas que han propiciado que casi los únicos sustentos para la tórtola sean la alimentación suplementaria y los bebederos que aportan los cazadores y los gestores de los acotados.

Así lo lleva alertando la Fundación Artemisan desde hace varios años, cuando ya mostraba su oposición a que se adoptara en España una moratoria en la caza de la tórtola, tal y como venía proponiendo Bruselas. En este tiempo, se han reducido los cupos de caza y los días hábiles (en Navarra, el pasado año se limitó su caza a cuatro jornadas: los domingos comprendidos entre el 23 de agosto y el 13 de septiembre), se han implementado mejoras para recuperar sus hábitats y se han puesto en marcha proyectos enfocados en recuperar la especie, como el Plan Integral de Recuperación para la Tórtola Europea (PIRTE), que ya ha arrojado resultados positivos.

La acción de los cazadores, de hecho, ha sido incluso secundada por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, que ha avalado tanto el trabajo del colectivo cinegético como el desarrollado por las comunidades autónomas para gestionar de una manera correcta la caza de estas aves migratorias. En paralelo a estas acciones, los conteos han certificado que el número de capturas ha descendido un 47% en los últimos cinco años, en tanto que las monitorizaciones ejecutadas por SEO BirdLife ya han revelado que las poblaciones de tórtolas en España se incrementaron entre los años 2013 y 2018, a falta de que se conozcan los datos de los dos últimos años.

Los datos, por tanto, avalan la efectividad de la reducción de la presión de la caza en la evolución del número de ejemplares de tórtola, ya que en el último lustro no se han producido cambios significativos en los hábitats que favorecieran incrementos de las poblaciones. Sin embargo, la reducción de los días hábiles y de las horas de caza sí que conllevaron resultados positivos, después de la citada disminución del 47% en las capturas respecto al 2015 y no franqueando la barrera de los 500.000 ejemplares abatidos.

En opinión de la RFEC y de las federaciones autonómicas, tanto el Gobierno de España como los Ejecutivos regionales han de ser conscientes de los peligros que supondría una moratoria e ignorar las evidencias científicas de los estudios. “Se conseguiría todo lo contrario: sería el golpe definitivo a esta especie a la que, supuestamente, pretenden proteger”, manifiestan.

A su juicio, los trabajos emprendidos por los cazadores y las comunidades autónomas, con todas las medidas implantadas en, por ejemplo, la reducción de cupos, han demostrado ya sus efectos positivos, avalando que España sí que se está esforzando por lograr la conservación de la tórtola común, al contrario de lo indicado por la Comisión Europea. Y ello, pese a la incomprensible posición del MITECO, que lleva rechazando desde el 2018 el desarrollo de un plan para gestionar la especie. Una oposición que, según la Fundación Artemisan, desvela que el ministerio “está más interesado en la prohibición de la caza que en el futuro de la tórtola”.

Para afrontar unidos esta amenaza, tanto esta institución como la RFEC se han propuesto llevar a cabo una estrategia de defensa de la especie desde los puntos de vista técnico y jurídico, y precisamente en este último se incluye, como se ha citado, acudir a los tribunales para tratar de impedir los perjudiciales movimientos políticos protagonizados por el MITECO.