La serie Historia Ilustrada de Euskal Herria, con la que la editorial Txalaparta se ha propuesto detallar la iconografía propia del pueblo vasco uniendo historia y arte, culmina con la publicación del cuarto y último tomo, De las guerras carlistas a la lucha contra el franquismo, narrado de nuevo por Joseba Asiron (textos) y Martin Alzueta, Martintxo (ilustraciones).

El nuevo volumen, con 120 páginas y a la venta al precio de 20 euros, pone imágenes a los acontecimientos y personajes relevantes de nuestro pasado más cercano, dando la oportunidad a los lectores y las lectoras de conocer qué imagen tomaron en el siglo XIX las ciudades vascas, cómo se vio desde el aire el bombardeo de Gernika, o cuál era el verdadero rostro de Rosa Oteiza, la joven que posó para el Monumento a los Fueros. Se completa así este proyecto editorial y de investigación que, desde la Prehistoria hasta nuestros días, reconstruye la historia de Euskal Herria de una manera novedosa, con ilustraciones realistas de gran detalle e impacto visual y textos que, además de ser accesibles, se basan en una rigurosa documentación.

“Intentamos poner en valor la historia cotidiana, los modos de vida, más que los grandes hechos que ya están muy representados en los libros de historia. Y más en detalle, hemos puesto también el acento en aspectos lingüísticos, el euskara, la memoria histórica, la lucha por la visibilización de las mujeres…”, explica Joseba Asiron, apuntando que el objetivo principal de esta serie es “dotar de una iconografía propia a la historia de Euskal Herria, poner rostro y visibilizar a los y las protagonistas de su historia vasca, que en su mayor parte son aún unos perfectos desconocidos. Siempre hemos dicho que la historia de Francia, de España o de otros lugares cuenta con unas imágenes colectivas, un imaginario visual más o menos compartido, pero que eso no ocurría, por ejemplo, con la Historia de Navarra. Esta serie pretende comenzar a elaborar esa iconografía propia a través de una lectura fresca, ligera y muy visual”.

Historia ilustrada de Euskal Herria vol 4. Cedida

Sobre este último volumen en concreto, Asiron destaca que “realiza un recorrido desde la revolución Industrial o las Guerras Carlistas hasta hoy en día, situando de paso en ese contexto el papel de mujeres como Vicenta Moguel, Rosa Oteiza, Camino Oscoz o Maravillas Lamberto”. También refleja qué imagen tomaron en el siglo XIX las ciudades vascas hasta entonces encorsetadas en sus murallas. “Los últimos 150 años han sido los de la mayor transformación de nuestras ciudades y pueblos a lo largo de toda su historia. Y partiendo de litografías del siglo XIX, hemos intentado dimensionar y retratar esos cambios con unas ilustraciones espectaculares y bien explicadas. Estamos seguros de que sorprenderán a muchos”, dice.

El dibujante Martintxo apunta a este respecto que “las ciudades empezaron a crecer al derribarse murallas, y en algunos casos a cambiar su faz de arriba abajo debido al fenómeno de la industrialización, y para representarlo nos hemos inspirado en litografías de la época; las hemos cogido muchas veces tal cual, como las hacían los artistas de entonces, que tendían un poco al exceso, a la rimbombancia, al adorno; es una manera de homenajear a esta gente que documentaba en su día”, explica.

Martintxo destaca que la calidad del dibujo ha ido mejorando en cada tomo. “Ha variado la forma de dibujar, y se puede decir incluso que hay un dibujante del primer tomo y un dibujante del cuarto, siendo el mismo; el estilo ha variado considerablemente a mejor”, dice el dibujante. En este tomo el color es más intenso todavía que en los anteriores, en unas escenas que “trasladan al lector a las épocas que representamos, siendo fieles a unos fondos y elementos que a día de hoy son reconocibles, porque no nos hemos ido a una historia muy lejana; habrá gente que lo haya vivido y recordará cosas”.

El dibujante cuenta que, en este último volumen, “se ha puesto especial énfasis en los rostros, en dar a cada personaje un rostro personal y auténtico, que lo defina. No hemos recurrido a caras genéricas; para la inmensa mayoría de los personajes me he inspirado en personas que conozco, amigos, gente del entorno o gente conocida”, dice Martintxo, quien apunta dos curiosidades del guion: “la interesante historia de Rosa Oteiza, la chica que en su día posó para el Monumento a los Fueros, y la de Chiquito de Cambo, un pelotari que lanzaba granadas con la cesta punta en la Primera Guerra Mundial”.