El otro día, la Real Sociedad presentó un plan pionero de recogida de cáscaras de pipas en Anoeta para usarlas como abono, que es una excelente idea y ya están tardando el resto de clubes en aplicarla. El único problema llegó cuando los promotores explicaron que en los estadios de Primera se comen 100.000 toneladas de pipas al año. Hemos hecho las cuentas pertinentes y nos salen más de 250.000 kilos por partido. Camiones y camiones para transportar los más de 9 kilos que cada hincha se come en cada partido. Menuda panzada de pipas, menuda montaña de cáscaras y menudo fake news anda ya circulando? No hemos visto cifras oficiales del consumo de pipas en el fútbol -qué imperdonable olvido del Instituto Nacional de Estadística-, pero las que se calculan por ahí se acercan tanto a los 100.000 kilos que sospechamos que a alguien le han bailado tres ceros y nos ha convertido a todos en gigantes roedores compulsivos.