El nuevo Plan Foral de Regadíos, fundamental en la modernización de un sistema vital para el "estratégico" sector primario en Navarra y por tanto para la economía foral, estará listo para su aprobación en otoño, tras un proceso participativo del sector pero no directamente de los grupos políticos.
Lo ha avanzado el consejero de Desarrollo Rural y Medio Ambiente, José Mari Aierdi, quien ha explicado que el proceso se prevé vía decreto foral, lo que posibilita las aportaciones de los colectivos implicados, si bien también implica un formato con plazos de exposición, recepción de alegaciones y resolución de las mismas que aplaza hasta otoño la aprobación definitiva.
No obstante, el consejero ha advertido de que la vía decreto foral no resta "nivel" al Plan, ya que supone "la actualización de la Ley anterior", con ese rango.
El sector primario y la industria agroalimentaria son "un sistema estratégico" en Navarra, que implica 10.000 empleos directos y hasta 28.000 en total y supone el 5 % del PIB de la Comunidad foral, y por ello se ha planteado un "proyecto ambicioso" para atajar el progresivo impacto de las sequías, la posible escasez de recursos hídricos y la crisis que atraviesa el sector.
Además, la modernización de las infraestructuras de los regadíos es "una de las herramientas más eficaces en la lucha contra la despoblación y en la adaptación al cambio climático, supone un ahorro importante de agua, un uso adecuado y una mejora sustancial de los productos agroalimentarios", ha dicho entre otros beneficios.
Casi 55.000 hectáreas de regadío afectadas
El Plan, que afecta a 54.470 hectáreas de regadío y contempla una inversión total de 445,8 millones de euros, vendrá a sustituir al que decayó en 2018, y su elaboración ha conllevado un procedimiento de Evaluación Ambiental Estratégica, ya finalizado, y que junto al documento inicial del Plan se publicará en diez días en el BON y la web de Gobierno Abierto para abrir así el proceso de participación pública.
No obstante, la dilación en este proceso "no ha supuesto una parálisis" en la reforma de estas infraestructuras, ha dicho tas recordar obras ejecutadas en 2024 en la modernización de los regadíos de Ribaforada y Viana o el inicio en los de Milagro y Cadreita.
Con todo ello, Aierdi ha reiterado las previsiones de aprobación del plan en otoño, con el apoyo y los recursos financieros "que sean necesarios movilizar" por parte del Gobierno.
"La modernización, la incorporación de energías renovables, la innovación en el uso eficiente del agua, la incorporación de tecnología y digitalización en nuestras infraestructuras de regadíos nos puede ofrecer, sin lugar a dudas, grandes oportunidades para revitalizar el sector primario en Navarra", ha zanjado.
La oposición lamenta la ausencia de partidos en el proceso
En el turno de los grupos, por UPN Miguel Bujanda ha lamentado la tardanza, la "bajada de rango" del plan de ley a decreto y la consiguiente limitación que supone a los grupos del Parlamento presentar aportaciones a un documento que, por otro lado, "es una filfa" y "no es ambicioso" al ser "una actualización de lo que ya había".
En la misma línea, Irene Royo (PPN), pese a su apoyo a la modernización de estas infraestructuras, ha advertido de que "lo coherente" hubiera sido tener recursos, menos retrasos y "abrir al Parlamento" la participación en este plan.
No ha sido la opinión de la mayoría de los grupos, ya que tanto PSN como Geroa Bai y Contigo-Zurekin han apoyado en gran medida lo expuesto, mientras que EH Bildu ha pedido transparencia" a la hora de conocer cómo se van a financiar las actuaciones.