tudela. El pasado sábado fue un muy amargo para el equipo sénior del Gigantes de Navarra Rugby. El conjunto tudelano encajó en el estadio Nelson Mandela de la capital ribera la derrota más dolorosa de lo que llevamos de temporada ante el Ingenieros de Soria (0-56). “La sensación de tristeza que quedó en los jugadores tiene varias explicaciones, pero la fundamental es que se había entrenado muy bien”, señalaron desde el club. Durante la semana el equipo preparó el partido con mucha intensidad y buen ambiente y las expectativas para el partido eran altas. “Lo malo de afrontar con la seguridad de que puedes ganar es que si pierdes el palo es mayor”, reconocieron tras el partido los rectores del Gigantes de Navarra.

Comenzó el partido con un equipo local que atacó con orden pero sin hacer daño a su rival que, por contra, desde el primer momento dejó claro cuál iba a ser su plan de juego: luchar cada ruck y contraataques rapidísimos al abierto. Y así transcurrió toda la primera parte, los navarros intentaron atacar, el balón les duraba muy poco en su poder y había que reorganizarse para las embestidas del conjunto soriano. Con cinco ensayos en contra se llegó al final del primer acto.

Tras el paso por los vestuarios, el Gigantes de Navarra intentó recomponerse pero, aunque realizó algunas escapadas, el guión seguía siendo el mismo. “No guardábamos nuestros balones y Soria no perdonó una. Hay que decir que los contactos mejoraron en la segunda parte en defensa y se vio bastante más placaje”, explicaron los responsables técnicos del conjunto tudelano que prefieren pasar página cuanto antes. “Solo queda mirar hacia delante con valentía y decisión, ya que esta semana visitamos al líder en Zaragoza”.