ualquier gesto, detalle o ayuda se agradece estos días. De este parecer han sido algunos ganaderos de porcino que han arrimado el hombro para que estas semanas sean más llevaderas para las personas que están en primera línea y para aquellas otras que son más vulnerables. Por este motivo han decido repartir gorrines entre las residencias de mayores San Jerónimo de Estella, Francisco Joaquín Iriarte de Elizondo (que se ha acaba de unir a la lista), Hermanitas de los pobres de Pamplona, así como en el comedor solidario París 365 y en Cáritas.

Los artífices de esta acción han sido los integrantes de la Asociación de Ganaderos Navartxerri: José Antonio Fernández (Torralba), Pedro Armendáriz (Villanueva de Yerri), Ángel Mari Núñez (Lezaun), todos ellos de Tierra Estella, y José Mari Ollo, de Lumbier. También se han implicado los hermanos Hernández, de la granja Etxalde Kaldias, de Bargota, y los comerciales Luis Miguel Arraztoa e Iker Arraztoa, de Irurita, que son los que se encargan de la distribución de los gorrines.

Este grupo está coordinado por Txus Lumbreras, técnico del Instituto Navarro de Tecnologías e Infraestructuras Agroalimentarias (INTIA), y se formó hace doce años con el objetivo de sumar individualidades y para ser tenidos en cuenta tanto a la hora de realizar compras como ventas.

Aunque la idea originaria era que este manjar llegase a los sanitarios o a los miembros de los cuerpos policiales, lo cierto es que se encontraron con ciertos contratiempos; los hospitales y hoteles a los que están derivando a los pacientes cuentan con servicio de catering, mientras que en el caso de los agentes, no disponen de un comedor propiamente dicho y esta carne para asarse requiere de cierta infraestructura.

En total prevén donar unas 1200 raciones de este rico y sabroso producto a lo largo de estas cuatro o cinco semanas, unos 80 lechones que harán que este confinamiento sea más llevadero para los trabajadores y personas vulnerables. "El porcino está ahora mismo bien, se sigue explotando y pensamos en apoyar, en arrimar el hombro y ayudar porque como se dice ahora, entre todos salimos de esta. Es un gesto de solidaridad", aseguraba Lumbreras.

Desde Navartxerri insistían además en que "son días duros, y ésta es la forma que tenemos de aportar nuestro grano de arena".

Los beneficiarios de estas donaciones, insistía Txus Lumbreras, "están haciendo un esfuerzo extra durante el confinamiento para hacer la vida más fácil a los demás, y queremos agradecérselo". De hecho, tras el primer reparto (esta semana se hará el segundo), "nos han agradecido mucho el detalle".

De momento seguirán repartiendo en estos lugares aunque no descartan ampliar el reparto a aquellos sitios que sea necesario. Además, los gorrines se entregan en cada lugar envasados al vacío para que los puedan cocinar y comer cuando les convenga.