Hace un año que, más allá de la llegada de la Covid-19, un huracán sacudió el Ayuntamiento de Estella-Lizarra de la mano de una moción de censura. Un año desde que Koldo Leoz (EH Bildu) recuperara la Alcaldía de la ciudad del Ega desbancando a Gonzalo Fuentes (Navarra Suma) con el objetivo de lograr una estabilidad en el Gobierno municipal avalada por una mayoría política que era inexistente y con la idea de continuar con los proyectos de la anterior legislatura.

Echando la vista atrás Leoz no se arrepiente del paso dado y asegura que "sacar a la derecha excluyente de la Alcaldía siempre debe ser una decisión acertada para quien se considera progresista y quiere una ciudad inclusiva y participativa".

De hecho, y aunque hubo quienes criticaron las formas y los tiempos (en pleno confinamiento), el alcalde cree que "en los nueve meses que Navarra Suma estuvo al frente del Ayuntamiento demostró escasa capacidad de gestión. Por el contrario, la experiencia que adquirimos durante la legislatura pasada ha sido clave para que este equipo de gobierno afrontase la pandemia con mayor garantía. Nos hubiera gustado que el cambio hubiera sido más tranquilo, no obstante este se hizo con total seguridad sanitaria y jurídica, a pesar de las trabas políticas que nos puso la derecha".

En este sentido, y con un equipo de gobierno "plural, progresista y comprometido con toda, e insisto, con toda la ciudadanía", reitera Leoz que no se están desviando y que mantienen cada uno de los compromisos que reflejaron en la hoja de ruta que firmaron y que acordaron hace un año. En la actualidad hay que recordar que la corporación la forman seis ediles de EH Bildu, uno de Geroa Bai y dos no adscritos además de los siete concejales de Navarra Suma y uno del PSN.

Además, y en cuanto a las discrepancias que puede haber o que pudo haber en su día con quienes ahora comparten sillones, Leoz asegura que todo se lleva "con sentido común y priorizando lo que nos une antes que lo que nos separa. Ante la deriva autoritaria y excluyente de Navarra Suma al frente de la ciudad, quienes nos consideramos progresistas no podíamos quedarnos de brazos cruzados, esa Alcaldía no podía permanecer ni un día más porque no reflejaba lo expresado en las urnas, que muy mayoritariamente pidieron progresismo".

Por último, cabe recordar que, tras conformarse el nuevo Ayuntamiento, tanto el PSN como Navarra Suma declinaron formar parte de la Junta de Gobierno y "están en su derecho de rechazarlo, pero era nuestra responsabilidad y compromiso el ofrecérselo. Creemos en una participación activa de todos los grupos políticos, aunque eso nos suponga mayor trabajo y complicación en la gestión, porque refleja mejor la pluralidad existente. Quienes se auto excluyeron son quienes deben explicárselo a sus votantes".

Año difícil

Estos 365 días de Gobierno, explica Leoz, "han sido complicadísimos en cuanto a la gestión de la pandemia, pero muy satisfactorio en lo personal porque he comprobado de primera mano la profesionalidad de la plantilla municipal. Tenemos mucha suerte de contar con personas tan comprometidas con la institución y con la ciudad" y, recalca, lo más difícil durante la pandemia ha sido "coordinar todos los medios disponibles para preservar la salud de todos los vecinos y vecinas a la vez que se intentaba dinamizar la actividad social, cultural, deportiva y económica".

Entre los proyectos que tienen ahora en mente se encuentran el vial por el barrio de Lizarra que, de acuerdo con el primer edil, "es estratégico", así como "dotarnos de un potente sistema público de cuidados y servicios, y reactivar la ciudad y la ciudadanía en todas sus vertientes. Confío en que sabremos hacerlo conjuntamente".

Cambio de alcalde

Leoz le pasará la vara de mando dentro de algo menos de un año a Jorge Crespo, una decisión que tomaron en su día y que, concluye, "se planteó como buena idea cuando se acordó, y lo sigue siendo, porque el objetivo no cambiará esté quien esté al frente: conseguir una ciudad incluyente, plural y participativa, algo que con Navarra Suma era imposible".