Las dudas sobre la reforma urbanística prevista en la Milagrosa y la inquietud generada -especialmente entre los vecinos afectados por los derribos que contempla el proyecto- han monopolizado las preguntas planteadas durante el foro de barrio celebrado este jueves ante un centenar de personas.

Se ha celebrado en el gimnasio de la ikastola Hegoalde, que estaba lleno, y ha contado con la presencia del alcalde Enrique Maya y del concejal delegado de Urbanismo Juan José Echeverría.

Ha sido el alcalde el encargado de explicar los planes del Ayuntamiento de Pamplona, después de que esta semana los grupos municipales aprobaran por unanimidad paralizar la tramitación del PEAU (Plan Especial de Actuación Urbana), hasta que no haya un proceso participativo real en el barrio y se despejen todas las dudas que se han generado en el vecindario.

La mayor preocupación se centra en los derribos y qué pasará con los afectados, unas 96 familias de 10 portales. Para ellos, el Ayuntamiento se ha comprometido a que tendrán derecho a una vivienda nueva gratis, en régimen de VPO (lo más cercana al barrio) en sustitución de su actual vivienda; y a su vez se garantiza el realojo de las personas residentes en régimen de alquiler.

Maya ha recordado que el expediente paralizado se encuentra en fase de tramitación y que no se acometerá ninguna intervención sin acuerdo con los propietarios.

El alcalde ha asegurado que los afectados por los derribos recibirán una VPO a cambio de su vivienda o una compensación monetaria según el precio de mercado.

En el caso de que una minoría se opusiera al proyecto, el alcalde ha dejado abierta la posibilidad a una expropiación forzosa o figura similar.

Si la negativa fuera de todos los propietarios del edificio no se actuaría, ha comentado Maya, que se ha mostrado optimista sobre el proyecto una vez se abra en el barrio la oficina para gestionar las dudas de los vecinos.

El concejal Echeverría ha respondido algunas de las preguntas que los vecinos del barrio habían formulado de forma telemática sobre los aparcamientos disuasorios habilitados en las calles Blas de la Serna y Mochuelo, gratuitos las primeras 24 horas.

También se ha referido a los problemas generados por los cambios circulatorios y a los problemas de limpieza, asegurando que “la Milagrosa es un barrio que se queja poco”.

En el turno de intervenciones, la primera vecina se ha mostrado sorprendida por el comentario de Echeverría tras asegurar que en el caso de la suciedad de la calle Dámaso Zabalza las quejas han sido reiteradas.

Arantza, otra las participantes en el foro, ha preguntado por los plazos para poner en marcha el PEAU, a lo que Maya ha comentado que dependerá de los cambios que se introduzcan y del consenso entre los grupos: “Habrá recursos porque es una intervención prioritaria para todo el Ayuntamiento y habrá fondos europeos para mejoras en aislamiento. Se ha hecho en la Txantrea y está funcionando muy bien”.

También ha intervenido uno de los afectados por los posibles derribos de los números 8 y 10 de la calle Manuel de Falla y del número 3 de la calle Río Urrobi, preguntando por detalles de las VPO que se entregarían a cambio de sus actuales viviendas. “No están incluidas las plazas de garaje ni los trasteros” ha puntualizado el alcalde.

Varios vecinos afectados por el derribo de sus viviendas han pedido a las autoridades municipales que tengan en cuenta a los vecinos vulnerables, jubilados o parados, por el coste que les pudiera suponer el cambio de vivienda, entre fuertes aplausos de los asistentes.

Un residente en el barrio se ha referido a la problemática de los locales comerciales ubicados en las zonas de la intervención, lo que se está pendiente de un análisis más detallado.

Asun, de la asociación de vecinos de la Milagrosa, ha preguntado por el futuro del colegio Paderborn, que seguirá siendo un centro educativo, a lo que Maya ha comentado que el centro cívico que estaba previsto habilitar ahí se construirá en alguno de los solares disponibles en el barrio.

La sesión ha terminado con la intervención de una residente en la plaza Felisa Munárriz, que ha preguntado molesta por el nuevo planeamiento de la zona, y de una vecina de la calle Guelbenzu.