Silbidos
Hechos e intenciones
"A menudo las Reglas de Juego valoran de igual manera la consecución de una acción que su simple intento..."
A menudo las Reglas de Juego valoran de igual manera la consecución de una acción que su simple intento, sin embargo en otras ocasiones consideran que si no se concreta el hecho no se produce infracción.
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Ejemplos sobre lo que acabas de leer podemos encontrar consultando la regla 12, al enumerar las faltas que se castigan con tiro libre directo encontramos, entre otros, estos párrafos: “Dar una patada a un adversario o intentarlo”, “Golpear a un adversario o intentarlo”, poner la zancadilla a un adversario o intentarlo”; sin embargo al referirse a las infracciones por mano no considera que el simple intento sea punible y la regla exige que el balón se toque con la mano o el brazo para considerar la infracción.
De aquí se infiere claramente que intentar golpear o zancadillear a un adversario tiene que castigarse con tiro libre directo o tiro de penal si la acción se intenta en el área del defensor, por el contrario si ese defensor intenta golpear el balón con su mano pero no lo consigue no habrá incurrido en falta alguna.
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En este sentido puede tener también cierto interés referirnos a los lanzamientos de objetos y al golpeo del balón con algo que un jugador lleve en la mano.
Si un jugador lleva en su mano algún objeto, por ejemplo una espinillera o una bota y golpea el balón con ella será sancionado con tiro libre directo o tiro de penal, pero si no tiene éxito en su intento de golpear no habrá cometido falta.
Munuera, menos polémicas
Si un jugador lanza con su mano o con su pie un objeto contra un adversario o contra el balón con el que se disputa el partido será siempre sancionado con tiro libre directo o tiro de penal aunque no consiga hacer diana en su intento, en este aspecto las Reglas no premian la falta de puntería.
La presión boomerang
Pondremos como ejemplo una jugada que aunque no resulte muy habitual se ha producido varias veces en las últimas temporadas: Mientras se desarrolla el juego dentro de un área cae al campo un balón procedente de la grada, un jugador defensor golpea ese balón intruso con el pie lanzándolo sobre el balón con el que se juega el partido, el árbitro debe interrumpir el juego y a afectos de su reanudación no contemplará si el balón extra llegó o no a golpear al balón oficial, en cualquier caso reanudará el juego con tiro de penal. Eso sí, al considerar la sanción disciplinaria tendrá en cuenta si se ha frustrado una ocasión clara de gol o no. En el primer caso expulsará al defensor y en el segundo le mostrará la tarjeta amarilla..
Formación del Comité Navarro de Árbitros de Fútbol.