n estilo que se va”. Así resumía un periodista local las virtudes que definían como futbolista al tudelano Jesús Salvatierra (1926-1993). El defensa, a quien describían también como “atlético y espectacular”, llegó a Osasuna en 1950 y abandonó el club al concluir el curso 1956-57. En seis temporadas (la última la dejó en blanco) intervino en 163 partidos oficiales. No fueron pocas las ocasiones en las que la prensa foránea censuró sus arranques de dureza. El 22 de noviembre de 1959 el club le tributaba un homenaje que tenía como telón de fondo un partido de viejas glorias contra Osasuna. El presidente, Jacinto Saldise, le regaló un reloj de oro. Esa misma temporada ejerció como entrenador durante cuatro jornadas tras la destitución de Eizaguirre.