Este sábado 6 de abril se cumplen 100 días de la histórica sesión plenaria en el Ayuntamiento de Pamplona que convirtió a Joseba Asiron en alcalde por segunda vez y propició un cambio en el gobierno municipal tras la moción de censura impulsada por EH Bildu, PSN, Geroa Bai y Contigo-Zurekin.

Aquel 28 de diciembre cambiaron algunas cosas en esta ciudad y no solo porque era la primera vez que se ponía en marcha este mecanismo legal para el relevo en la Alcaldía de Iruña.

La primera, y posiblemente la más relevante, fue la configuración de una mayoría suficiente para sacar adelante los proyectos atascados que tenía Pamplona, algunos de ellos de gran trascendencia ciudadana, y aprobar unos Presupuestos después de 2 años consecutivos con las cuentas municipales prorrogadas.

Los cuatro años de mandato de Enrique Maya y los seis meses de Cristina Ibarrola les terminaron por convencer de que la derecha no era capaz de buscar los apoyos que necesitaba, con una gestión que pasó a convertirse en una sucesión de enfrentamientos con el Gobierno de Navarra y de anuncios mediáticos; y que era imprescindible salir de la parálisis municipal.

Al día siguiente de la moción de censura se celebró la primera reunión de la nueva Junta de Gobierno Local, de la que no forman parte los socialistas por decisión propia, en la que se decidió prorrogar el Presupuesto que Ibarrola no llegó a presentar y acordar las bases para el resto de la legislatura.

Pese a las trabas –encontraron los despachos vacíos y los ordenadores formateados– y una transición de todo menos ordenada, el equipo de Gobierno se puso a trabajar de inmediato. En pocos días se organizó la nueva estructura municipal y se procedió al reparto de las responsabilidades en las áreas en un clima de máxima colaboración y confianza, según han coincidido en señalar todos los implicados, lo que no evitó algún roce en la fase inicial de las negociaciones.

Presupuesto de 266,9 millones, e,l segundo más alto de la historia

En un tiempo récord, sin cumplirse sus primeros cien días en el gobierno, han logrado consensuar un proyecto presupuestario de 266,9 millones, el segundo más alto de la historia, solo superado por el que disfrutó Yolanda Barcina en 2007 (270 millones de euros).

La aprobación del proyecto presupuestario en el Pleno celebrado la semana pasada confiere al Ayuntamiento una herramienta indispensable para desarrollar la acción de gobierno y ejecutar los proyectos bloqueados.

Para inversiones hay destinados 29,5 millones, con más de 70 partidas para nuevos proyectos o proyectos en ejecución, a los que habrá que sumar otros 35 millones procedentes de los remanentes de años anteriores para otras actuaciones pendientes, como la reforma del monumentos a los Caídos y su entorno.

Mientras los grupos municipales perfilaban el presupuesto recién aprobado, el Ayuntamiento se puso a trabajar en varios proyectos que UPN había metido en el cajón.

Es el caso del Plan de Vivienda, con el que se pretende crear entre 1.200 y 1.600 viviendas protegidas en los próximos ocho años. La cifra ascenderá a 4.000 en años sucesivos gracias al desarrollo de Donapea, donde se prevé construir 5.000 viviendas, la mitad de ellas protegidas.

Lo mismo sucedió en el área de Acción Social, donde el refuerzo económico y de personal previsto se ha visto más que justificado ante las carencias detectadas en estos 100 días, como ha ocurrido en la atención a las personas sin hogar o en el servicio de apartamentos municipales tutelados, tras la aparición del cadáver de un residente en avanzado estado de descomposición.

El Ayuntamiento creará 8 plazas de trabajador social, 3 plazas de educador social y una plaza de responsable del Equipo Municipal de Atención a Domicilio.

En el caso de la atención a las personas sin hogar, se ha aumentado un 50% las plazas, con una cobertura del 100% en los días de la ola de frío, y se han reforzado los servicios sociales, además del anuncio para contar con un plan integral de la mano del Gobierno de Navarra.

Trasplante de algunos de los árboles de Beloso antes del inicio de las obras del carril bici. Javier Bergasa

También en el área de Acción Social cabe mencionar el acuerdo histórico para unificar el servicio de atención a domicilio y que permitirá a las trabajadoras de la extinta sociedad pública pasar a integrar una lista preferente de contratación temporal.

En materia urbanística, el Ayuntamiento paralizó definitivamente el aparcamiento de la Plaza de la Cruz y reactivó la reforma pendiente del paseo de Sarasate, que estará terminada en la primavera de 2026 con un coste de 10,4 millones de euros.

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Lo mismo ha sucedido con el concurso de ideas para la rotonda de San Jorge, con la vista puesta en 2025 cuando está previsto que se adjudique el plan definitivo para la transformación del barrio; con el inicio de las obras del carril bici que conectará Pamplona y Burlada por la cuesta de Beloso; o la terminación del corredor de Pío XII.

Mientras las formaciones progresistas planifican lo que resta de legislatura, UPN sigue sin digerir la pérdida de la Alcaldía, con una oposición brusca y centrada en el ataque sin piedad a los socialistas. Con una Ibarrola más centrada en hacerse con las riendas del partido que en la actividad municipal, los regionalistas son conscientes del peligro que corren si el nuevo equilibrio de mayoría existente en Iruña funciona y de momento parece que va bien.