Una tasa turística para los visitantes a las fiestas de San Fermín cuya recaudación sirva para sufragar parte de los gastos que el Ayuntamiento de Pamplona debe asumir por la masiva afluencia de personas durante esos días.

Esta es la propuesta que Contigo-Zurekin piensa trasladar a sus compañeros del equipo de Gobierno municipal, donde su único concejal, Txema Mauleón, ostenta la concejalía delegada de Asuntos Sociales; y al resto de formaciones con representación en el Ayuntamiento.

La iniciativa se plantea poco después de que el Parlamento de Navarra aprobara una declaración en el mismo sentido, en la que se insta al Gobierno foral a que estudie la aplicación de una tasa turística en Navarra.

En ese contexto, el grupo municipal de Contigo-Zurekin de Pamplona-Iruña ha elaborado una propuesta específica para los Sanfermines, mediante un borrador de proyecto en el que se contempla la aplicación de una tasa turística ecológica.

Se aplicaría del 1 al 15 de julio, con un importe que podría rondar entre 1,5 y 3 euros por noche de pernoctación en función de la categoría y el precio del alojamiento hotelero, camping o piso turístico.

La previsión es que permitiría recaudar de 1,2 ó 1,5 millones de euros, una cifra relativamente pequeña si se tiene en cuenta que el impacto económico de las fiestas de San Fermín se estima entre 80 y 100 millones al año.

La mayor parte de lo recaudado por este nuevo concepto iría a parar al Ayuntamiento para sufragar los gastos de limpieza, seguridad y sostenibilidad, mientras que otra parte se destinaría a la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona para asumir el gasto extraordinario generado por la gestión de residuos.

Aunque se han hecho estudios sobre el impacto de los Sanfermines en el crecimiento de la economía de la ciudad, nunca se han calculado los costes totales reales que generan a las instituciones públicas, más allá del presupuesto destinado a programación de los actos festivos.

A este concepto habría que añadirle los gastos en reforzar los equipos de limpieza, los dispositivos de seguridad, asistencia sanitaria o de infraestructuras para adaptar la ciudad a la fiesta, todo lo cual recae en las arcas públicas.

Masificación de las fiestas

El problema de la creciente masificación, como ya se ha puesto de manifiesto en varios debates municipales, es uno de los argumentos a favor de la introducción de la tasa.

En los pasados Sanfermines se superaron todos los registros históricos de afluencia a los diferentes actos de las fiesta, con un crecimiento del 27%, y también se alcanzaron cifras récord en el uso del transporte público, de recogida de residuos y de consumo de agua.

Operarios municipales limpian la basura acumulada en el suelo tras la primera noche de las fiestas de San Fermín de este año. Javier Bergasa

El pasado 6 de julio, según los cálculos del jefe de la Policía Municipal, Toño Sánchez, hubo en Pamplona más de un millón de personas y aunque la afluencia bajó el segundo fin de semana los datos indican una tendencia al alza sostenida en el tiempo.

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Para Contigo-Zurekin, estos factores generan unos altos costes en términos de sostenibilidad ambiental que es necesario abordar, sin olvidar otros aspectos que también tienen su impacto en la fiesta, como la saturación de los locales de hostelería o de los urinarios públicos provocados por la masificación.

Aunque el grupo proponente reconoce que la introducción de la tasa turística pudiera desincentivar la llegada de turistas, y por tanto tener un impacto económico negativo, cree que experiencias similares en otras ciudades indican que no es así.