Maristas | “Hace 2 años pregunté a Arrasate: ‘¿No habrá subidas?’ Un 3% a lo sumo, dijeron”

Leonesa de nacimiento, M.S.S. (prefiere el anonimato) lleva desde febrero cada semana enviando correos a la gestora Arrasate y al Gobierno de Navarra para manifestarle su hartazgo con la gestión de estas VPO.

De 45 años, es madre monoparental de un crío de 4 años, vive de alquiler en una VPT del Soto y, así, cuando le llamaron de Vivienda para que optara a la promoción, se le abrió el cielo. “En mi situación familiar no me lo pensé”.

Era verano de 2022 y en mayo de 2023 “me llama Martín (de Arrasate) y me dice que me ha tocado un piso”, un dúplex de 90 m2. Licenciada en Derecho, M.S. hizo la pregunta del millón hace 2 años al representante de Arrasate: “Le dije ‘¿oye no habrá ningún problema, no? ¿no habrá desviación de presupuesto?’, Y me dijo: ‘Nada tranquila, como mucho un 3%’”. Yella se lo creyó, porque “Navarra es un sitio serio y no se saltan la ley”, pensó.

Han pasado dos años y hoy las cuentas no salen, y se les propuso un sobrecoste de 15.000 euros: “Y para mí esos euros son la cocina, un baño y un coche de segunda mano”, porque “veo mis límites y tengo la responsabilidad de una crianza en solitario”, afirma.

Una situación "indignante"

M.S. está molesta por que ocurra esto con VPO y VPT: “Es indignante”. Se refiere a que la gestora “plantee 1.900.000 euros de beneficio primero..., ahora 1.500.000. Como no le dan los márgenes, pues a machacar a la clase baja”.

Acusa a Arrasate de crear una cooperativa para cargarles la responsabilidad e “intentar ganar un margen totalmente fuera del lugar”, y de los políticos dice que “su error garrafal fue permitir exponernos así”. Por eso, solicita al Gobierno de Navarra que “intervenga la cooperativa y saque las viviendas adelante. O que se sienten todas las partes “. Porque “el coste personal es muy duro”, dice máxime cuando está segura de que los 108 adjudicatarios podrían haber sacado esto adelante si hubieran ido “todos a una”.