¿Qué le ha dicho estos días su aita, Patxi Zabaleta?

–Pues está encantado como tantas otras personas.

Siendo concejal de HB, contribuyó a hacer alcalde a Julián Balduz, en 1979, en un contexto muy distinto. Las tornas han cambiado.

–Más allá de la anécdota familiar, que hemos celebrado en el contexto familiar navideño, ha habido un camino largo, de décadas, y han cambiado cosas: la correlación de fuerzas, por ejemplo. EH Bildu ahora tiene 8 concejales. En la época de Balduz, HB tenía 7. ETA ya no está, y el PSN y EH Bildu ya no estamos dándonos la espalda como dos agentes en una situación de conflicto. Además ha habido un desarrollo político importante con la construcción de nuevas mayorías, que ha posibilitado esto.

“Hablamos de convivencia y entendimiento entre culturas políticas que nos hemos dado al espalda. Mirar al futuro es un valor”

Estuvo 6 años en la cárcel por el caso Bateragune, en un juicio que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos falló que fue injusto. ¿Cómo se sigue caminando tras todo ese tiempo en prisión?

–Desde la convicción política y ética de que aquel juicio y las razones que nos llevaron a prisión no fueron otras que tratar de colaborar en llevar a Euskal Herria a otro estadio, en el que tratar de sacar el conflicto armado, por parte de ETA pero no solamente, y llevarlo a términos políticos. Esa fue la situación en la que se dio aquel juicio. Estábamos convencidos política y éticamente de que era bueno para nuestro país dar ese impulso, eso nos llevó a la cárcel, estuvimos 6 años, y posteriormente Estrasburgo dijo que era una sentencia injusta.

Por falta de imparcialidad de una magistrada.

–Sí, y a partir de ahí sin odio, sin rencor, y con una mirada de futuro. Cuando hablamos de convivencia y de entendimiento entre culturas políticas que nos hemos dado la espalda, cada uno tiene sus experiencias personales al respecto, pero hay que mirar al futuro, y eso es un valor.

Estuvo en prisión en Valladolid.

–Y en León y Estremera.

Eso no se borra.

–No, pero es parte de tu bagaje, y me reafirmo en nuestras convicciones éticas y políticas por crear una sociedad más justa, y seguir luchando por nuestro proyecto político.

“UPN debería trabajar desde la oposición con su proyecto político y sus convicciones, pero desde el respeto y la tranquilidad”

¿Cómo valora que el Supremo haya condenado a Eusko Alkartasuna a repetir sus primarias? El revés al sector oficial es obvio.

Es una cuestión interna de Eusko Alkartasuna. Respetuosamente no podemos hacer otra cosa que no pronunciarnos.

¿No les incomoda?

–Esperamos que se resuelva, pero no podemos pronunciarnos por respeto a la propia EA. Y deseamos que la puedan llegar a solventar de la mejor de las formas.

Sabiendo que la derecha en Pamplona no les va a dar ni agua, y las fortalezas y debilidades en todos los escenarios para los partidos progresistas, ¿qué espera concretamente para los próximos años?

–Apuntalar el avance de las mayorías progresistas, en Pamplona y Navarra. Habrá que ver cómo se resitúa la derecha. Durante estas dos últimas semanas han jugado un papel de insulto, crispación, enfado... La sociedad ha demostrado que no está para esos llamamientos a la gresca, ni para esos mensajes del apocalipsisis a los que nos han llevado. Y eso gráficamente creo que se ve comparando. En 2007 ante Zapatero, mensaje apocalíptico, ‘Navarra no se vende’, y hubo 75.000 manifestantes. Mensaje parecido, ‘Pamplona no se vende’. Según Delegación del Gobierno, con 10.000 personas, cifra bastante cuestionable, sin desmerecer al número que se reunió. Y mensaje de apocalipsis para el pasado jueves, con convocatoria frente al Ayuntamiento, que fue secundada no por mucha gente, precisamente. Así que entendemos que la sociedad no está en ese punto de crispación y enfado que está planteando UPN como estrategia. El sentido común debería ser trabajar desde la oposición, con su proyecto político y sus convicciones, pero también desde el respeto y la tranquilidad, que creo que ha quedado patente que es lo que la sociedad demanda.