Apadrinar un árbol, financiar el acceso a agua potable de personas con problemas de abastecimiento o reciclar 1 kilogramo de residuos de nuestros mares son algunos de los regalos ecosociales disponibles para disfrutar de una Navidad sostenible, solidaria y con menor huella de carbono este 2020.

Regalar productos sostenibles y justos significa apostar por "la salud del planeta, el respeto a los derechos humanos de quienes los elaboran y la lucha contra la pobreza", sostiene la responsable de comunicación de la asociación humanitaria SETEM Madrid, Ana Carrascón.

Carrascón recuerda que en estas fechas, en las que "el consumismo se dispara de manera desorbitada, debemos reflexionar sobre el impacto que tienen nuestras decisiones de compra, tanto en las vidas de sus productores como sobre el medio ambiente".

Muchos de los artículos cuyo consumo se incrementa en Navidad, como el chocolate, los juguetes o la moda, "esconden situaciones de vulneración sistemática de derechos y suponen un alto coste para la naturaleza", por lo que si deseamos avanzar hacia un modelo de desarrollo más sostenible, será "imprescindible incorporar el consumo crítico y responsable en nuestras tradiciones y participar de iniciativas de economía solidaria", explica.

Desde la organización Ecologistas en Acción, instan a los ciudadanos a consumir productos locales y artesanales, adoptar animales en vez de comprarlos, asociarse a proyectos colectivos o acudir a mercados de trueque, en el marco de su campaña #RegalaEcologismo, que pretende "fomentar un consumo responsable a través del activismo, animando a la sociedad a regalar compromiso".

Regalar el apadrinamiento de un olivo centenario es posible gracias al proyecto referente en sostenibilidad "Apadrina un olivo", que tiene por objetivo "promover la conservación de la biodiversidad y los ecosistemas, combatir la despoblación e impulsar el turismo rural" en la localidad turolense de Oliete.

Además de salvar del abandono a un árbol y reducir la huella de carbono, esta pequeña acción favorecerá el "desarrollo económico del pueblo", pues la recuperación de los olivos constituye "un motor de empleo verde para los agricultores locales y colectivos en riesgo de exclusión social".

Con esta propuesta, se puede "elegir un árbol, bautizarlo, hacer un seguimiento de su evolución mediante la app 'Mi olivo' y visitarlo siempre", asimismo, el padrino o madrina recibirá como "agradecimiento" dos litros de aceite virgen extra de los olivos recuperados.

La empresa Treedom también ofrece la posibilidad de "regalar la plantación de un árbol a distancia y monitorear su crecimiento y beneficios" a través de una página personalizada.

Ello contribuirá a mitigar la "huella de la Navidad en el planeta", puesto que, según un comunicado facilitado por la entidad, estas fiestas representan "el 30 % de las emisiones de dióxido de carbono (CO2) en un año".

Su misión consiste en generar ecosistemas sostenibles que "absorban ingentes cantidades de CO2 y apoyar proyectos agroforestales" en 17 países en desarrollo ubicados en el hemisferio sur, a fin de propiciar "un empoderamiento de las comunidades que se encargan del cuidado de los árboles y que obtienen ingresos debido a esta labor".

"Es momento de regalar, no sólo a la familia y amigos, sino también a aquellas personas cuya Navidad no es tan dichosa", han destacado la firma californiana Dockers y la organización humanitaria Waves for Water en un comunicado, en el que invitan a empresas y particulares a sumarse a su compromiso para "acabar con la crisis global del agua".

Esta iniciativa centra sus esfuerzos en resolver el problema de abastecimiento y potabilización de agua en lugares que carecen de acceso a ella y, por cada filtro donado, ambas entidades donarán otro.

La Fundación Ecomar plantea regalar una "botella personalizada y reutilizable que cuida el mar", ya que con la compra de cada botella, se evitará que "345 botellas de plástico lleguen a vertederos y mares".

Además, cada contribución implicará la recogida de 1 kg de los residuos que contaminan los océanos.