¿Cómo se diferencia el estrés de la ansiedad? o ¿qué síntomas tiene y cómo se previene un ataque de ansiedad? Entre los factores que fomentan esta emoción, que sufren cada vez más jóvenes en la actualidad, se encuentra la falta de sueño, consumir en exceso sustancias estimulantes, así como la falta de deporte y de una buena alimentación, según han puesto de relieve varios expertos en una mesa redonda celebrada en la Universidad de Navarra.

En el encuentro, según ha indicado el centro educativo en una nota de prensa, Luis Ángel Díaz Robredo, psicólogo y profesor de la Facultad de Educación y Psicología, ha señalado que “uno de los miedos irreales que sufre una persona durante un ataque de ansiedad es la sensación de que puede morirse en ese momento". Sin embargo, ha aclarado que "aunque se tenga una sensación de ahogo y taquicardia, estos episodios no producen problemas cardíacos y respiratorios”.

Unos diez minutos de duración

Por su parte, Cristina Vidal, psicóloga clínica del departamento de Psiquiatría y Psicología Clínica de la Clínica Universidad de Navarra (CUN), ha expuesto que este tipo de ataques suelen tener una duración “de unos 10 minutos” y ha recalcado la importancia de saber que “aunque es un pico muy desagradable”, es importante recordar que este estado “no es peligroso” y que siempre remite.  

La ansiedad, según han afirmado los expertos, se relaciona principalmente con el miedo. “Cuando uno se muestra ansioso suele ser porque hay alguna situación que no está bien, tenemos tensión y el cuerpo se prepara para afrontar un posible peligro. Esta ansiedad es el miedo mantenido en el tiempo de que algo peligroso va a ocurrir”, ha explicado Cristina Vidal. 

Los expertos hablaron de los síntomas, factores y claves para prevenir la ansiedad. Entre estos últimos, destacaron el mantener unos hábitos saludables o planificar para prever situaciones que puedan generar tensión. 

Claves para la prevenir episodios o situaciones que generan ansiedad

  • Hábitos saludables: Mantener una alimentación saludable, eliminar el consumo de sustancias tóxicas, desarrollar relaciones sociales y actividades de ocio que nos hagan sentirnos bien, así como tener un descanso diario a las 7-8 horas. 
  • Planificar y tener una visión general. Por ejemplo, analizar a qué situaciones me tengo que enfrentar a lo largo de esta semana/mes que me generen más tensión. Planificar cuándo van a ocurrir y potenciar más estrategias de autocuidado: alimentación, tiempo para actividades de ocio, deporte… Tratar de ‘parar’ para desconectar la cabeza y volver a empezar. 


Diferencia entre estrés y ansiedad

Sentir ansiedad no es lo mismo que sentir estrés, pero si existe una relación. Díaz Robredo ha expuesto que el estrés tiene un mecanismo positivo porque “te activa y prepara para hacer algo”; la ansiedad, por el contrario, genera un malestar ligero, en aquellos casos más leves; o bien puede convertirse en algo más grave, experimentando una inquietud mayor. 

Los expertos han recalcado que todas las personas experimentarán lo que es la ansiedad en algún momento de su vida “sin que sea algo patológico”. Según han afirmado, la sociedad actual rechaza la idea del malestar, generando y enviando mensajes sobre “cómo conseguir la felicidad”. Ideas y frases como “no tienes que preocuparte por esto o lo otro” ejercen una presión en las personas y no ayuda a disminuir la sensación de ansiedad. “La idea de que hay que erradicar la ansiedad es errónea. La vamos a sentir y hay que trabajarla para no desarrollar un trastorno”, ha concluido Vidal.

Algunos síntomas de la ansiedad:

  • Sudoración excesiva
  • Pensamientos catastrofistas
  • Sensación de tensión interna
  • Inquietud física y mental
  • Preocupación excesiva por aspectos cotidianos
  • Taquicardia
  • Opresión en el pecho
  • Cefaleas
  • Dificultad para conciliar o mantener el sueño o sensación de no descanso tras el despertar 

Factores modificables que fomentan la ansiedad

  • Falta de sueño. Dormir menos de 5 horas “te debilita”, provoca que afrontar el día siguiente sea más difícil: Tenemos menos capacidad física, psíquica y emocional, y hace que cualquier situación produzca una reacción emocional importante. La clave es asegurar el descanso nocturno. 
  • Consumir en exceso sustancias estimulantes como el café. 
  • Vida sedentaria
  • Una alimentación poco saludable o no equilibrada. 
  • Estar en ambientes sociales continuamente estresantes o tener relaciones sociales inadecuadas


Una de las claves, han señalado los expertos, para conocer cuándo la ansiedad puede ser patológica y requerir ayuda profesional es la limitación que produce en nuestro día a día. “Cuando ya no podamos seguir con nuestras actividades y rutinas por la frecuencia e intensidad de la ansiedad”. 

Este coloquio, moderado por Gonzalo Arrondo, psicólogo e investigador del grupo Mente-Cerebro del Instituto Cultura y Sociedad, se enmarca dentro del proyecto Salud y Bienestar, una de las iniciativas que se sitúan dentro del eje Educación transformadora que la Universidad de Navarra ha puesto en marcha dentro de su estrategia 2025.