La defensa del acusado de tentativa de asesinato a su mujer en Azagra mantuvo el viernes en el juicio durante su exposición de conclusiones la no existencia de alevosía ni intencionalidad, restó validez a la declaración de la víctima por la deficiencia cognitiva que sufre a causa de la agresión y consideró que puede estar influenciada por terceras personas.

“Cuando ella despierta del coma lo primero que pregunta es por su marido” no acordándose de nada, ha indicado el abogado señalando que se ha reconocido que tras esto “le explican lo que ha ocurrido” pero “no sabemos cómo se lo explican” ni “qué le han transmitido” estableciéndose en ella “respuestas preconstituidas y prerrazonadas” con “posible inducción de terceros”.

Se producen además contradicciones e incongruencias en sus declaraciones como que hable de una “martillo gigante” o un “machete”, que diga que se cubre con un cuadro cuando este “estaba fuera del cuarto”, la omisión de la llamada de teléfono de una vecina hasta que es recordada por un abogado o que dijese que había tirado el teléfono y este apareciese sobre la mesa.

Aclaró que admiten la autoría por parte del procesado de una agresión “furiosa, reiterada y de graves consecuencias”, pero a su parecer deben calificarse judicialmente los hechos como un “delito de lesiones consumadas” porque según el Código Penal “quedara exento de responsabilidad quien evite voluntariamente la consecución del delito siendo responsable de los actos ejecutados”. Mantuvo todos los atenuantes solicitados desde el principio: el arrebato u obcecación, la confesión y la reparación del daño.