Al poco de ocurrir la tragedia de Valencia, el Ayuntamiento de Lumbier contactó con el matrimonio formado por Isidoro Iriarte y Carolina Navarro, que procede de Godella, en l'Horta Nord, al norte de la zona cero, para facilitar en lo posible un envío de ayuda solidaria. Tras una recogida relámpago en 16 horas, el domingo llevaron cinco vehículos cargados con más de 4.000 kilos de ayuda. "Nos ha desbordado".

Uno de esos vehículos, que arrancó de Navarra desde el sábado a la tarde, lo conducía Isidoro, con destino a sus amigos que viven a caballo entre Godella y Catarroja, localidad "afectada y abandonada", pero a la que ni siquiera pudieron llegar. Llevaban más de 4.000 kilos de material, comida, agua y productos de higiene y sanitarios, pero como recuerda este vecino de Lumbier "la desorganización es total y, por eso, recomiendo a cualquier persona que esté organizando una ayuda, que se informe cuanto antes allí y contacte con gente de la zona".

El envío de Lumbier no llegó a Catarroja, donde los amigos del matrimonio Iriarte Navarro han visto su vivienda colmada de barro. "Los policías nos impidieron entrar tanto a Catarroja como a Paiporta, nos desviaron luego a un polideportivo y finalmente nos dijeron de ir a Aldaia, donde nos dijeron que estaban también saturados. Sin embargo, cuando les contamos que llevábamos herramientas, nos dejaron aparcar en el Ayuntamiento y casi nos las quitaban de la mano".

Los vehículos que descargaron en Aldaia desde Lumbier el domingo.

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"Teníamos más de una tonelada en aperos, botas de agua, rastrillos, cubos, cepillos, palas, capazos... íbamos preparados porque ya habíamos preguntado qué era lo que más falta hacía. También llevábamos tanta lejía como agua, porque nos pidieron mucho producto para desinfectar. Y hay que saber si tienen agua y luz, porque por ejemplo igual es más útil llevar lentejas en conserva que llevar un paquete para cocer".

Isidoro narra que el voluntariado está realizando una labor ingente, pero que el caos reina en el lugar. "Mis amigos tenían este domingo a 30 personas sacando fango de su casa, pero se necesita una organización porque la gente está desesperada y va a ir a más.. Es una catástrofe, es dantesco ver que el agua se ha llevado incluso puentes y casas que ha demolido por completo. Hay que ser consciente de que hay gente allí que ha perdido su familia, su casa, su trabajo, su coche....".