El 22 de enero de 2020 se publicaba en las páginas de este periódico una información bajo el título Una neumonía que se contagia entre humanos deja su sexta víctima en China. Era la primera noticia que se publicaba sobre el coronavirus y entonces aquello nos sonaba a cuento chino, sin saber que sería la primera de miles de informaciones acerca de un virus que se convertiría semanas después en pandemia y que pararía el mundo y marcaría un antes y un después en la sociedad.

En Navarra, la crisis sanitaria se alargó dos años en los que se sucedieron 8 olas de covid-19 que dejaron un reguero de contagios (295.000 según cifras oficiales, unos 480.000 según la estimación de Salud Pública), ingresos (9.877, 884 en UCI) y fallecidos (unos 1.900 según cifras oficiales y cerca de 2.200 muertes estimadas).

Ahora, cuando se cumplen cinco años de que se decretase el primer estado de alarma, el SARS-CoV-2, el virus que provoca la enfermedad, sigue circulando pero de manera prácticamente residual, después de haber puesto en jake el sistema sanitario y de haber llevado a la población a una situación de excepción nunca antes vista.

Las cifras que dejó la pandemia en Navarra. Maitane Bernabeu

Sus dos primeras olas –en 2020– fueron las peores con cientos de muertes en hospitales y residencias y unos hospitales que en los peores momentos llegaron a asumir más de 700 pacientes, 166 en la UCI, mientras la población pasaba del confinamiento domiciliario al toque de queda, la restricción de movimiento y la limitación de actividades sociales. Las tres olas siguientes, pese a ser provocadas por variantes más peligrosas, tuvieron un impacto menor gracias a la llegada de la vacuna y al proceso de inmunización que le siguió que consiguió inocular más de 1.600.000 dosis en tan solo dos años. La sexta ola, provocada por la variante ómicron, contagió a más de 140.000 personas en Navarra, pero supuso un punto de inflexión en el control de la pandemia y la séptima y la octava ola ya no comprometieron al sistema sanitario como las anteriores, lo que hizo que se pudiera poner fin a la crisis sanitaria. Esta es la cronología de la pandemia que colapsó Navarra (y el mundo) en marzo de 2020.

26 de febrero de 2020: Un alumno navarro, aislado en Italia

“Ni es una gripe, ni tampoco una catástrofe”

26 de febrero de 2020, el virus ya ha cruzado las fronteras de China y circula por Europa, especialmente por Italia, donde se encuentra de viaje de estudios el alumnado de 2º de Bachiller del IES Navarro Villoslada. Ante la preocupación de muchos padres, los responsables de Salud Pública acuden al instituto a dar una charla para informar a las familias sobre lo que se conoce de este nuevo virus y para lanzar un mensaje de calma en un momento en el que la gente empieza a arrasar con el papel higiénico y otros productos básicos en los supermercados. “Ni es una gripe normal, ni tampoco una catástrofe”, fueron las palabras de los responsables de Salud en Navarra en aquella charla. A los pocos días regresan todos los alumnos salvo uno, que es aislado en un hospital de Roma ante la sospecha de estar contagiado, aunque finalmente da negativo y vuela poco después a Navarra.

29 de febrero de 2020: Primer caso detectado en Navarra

Una mujer que ingresa directamente en la UCI

29 de febrero de 2020, se confirman los peores presagios: Salud detecta el primer positivo por coronavirus en Navarra, una mujer de 39 años que acaba de regresar de un viaje en Bélgica y que es ingresada directamente en la UCI. Que su estado sea grave acrecienta el temor al avance del virus mientras países como China o Italia ponen en cuarentena regiones de millones de personas. Dos días después, el 1 de marzo, se confirma el positivo de un contacto de la mujer, que sigue grave pero estable, y el 2 de marzo el de su pareja. Las autoridades sanitarias insisten en que es un foco localizado, pero el 5 de marzo se detecta un nuevo caso de una persona que no guarda relación con las anteriores, una joven de 27 años que es profesora en el colegio Santa Luisa de Marillac, que seguirá con normalidad sus clases aunque hará un seguimiento al alumnado. Para el 10 de marzo ya hay más de 30 casos confirmados en Navarra y al día siguiente la OMS eleva la covid-19 al rango de pandemia.El día 12 Navarra decreta el cierre de todos los centros escolares durante dos semanas ante el aumento de casos.

Clientes de un bar siguen la comparecencia del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la que anuncia el estado de alarma. EFE

14 de marzo de 2020: Se decreta el Estado de Alarma

Mari Cruz, primera fallecida en Navarra

Sábado 14 de marzo de 2020, tras una reunión de más de siete horas el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anuncia el Estado de Alarma y el confinamiento domiciliario durante dos semanas para frenar el avance del coronavirus. Gobiernos, empresas y ciudadanía se preparan para un nuevo escenario con la movilidad y la actividad laboral restringidas –salvo casos de fuerza mayor–, con la docencia vía online y con la extensión del teletrabajo a casi todos los hogares. Pero el virus ya campa a sus anchas por Navarra y Mari Cruz Aramendía, usuaria de la residencia de Artajona de 87 años, fallece en la sexta planta del antiguo Hospital Virgen del Camino tras haberse contagiado días atrás, convirtiendose en la primera víctima del coronavirus en Navarra.

15 de marzo de 2020: Confinamiento domiciliario

250 sanitarios jubilados y residentes, contratados

Domingo 15 de marzo de 2020, arranca el confinamiento domiciliario, en principio, para 15 días. El día anterior, la presidenta María Chivite había pedido responsabilidad a los navarros en la lucha contra el virus mientras suspendía cualquier actividad que no fuese esencial. En Navarra ya se contabilizan 274 casos confirmados de covid-19 y dos fallecimientos, mientras los hospitales se preparan para un incremento de pacientes, teniendo en cuenta que ya asumen 62 ingresados, 9 de ellos en UCI, y los hoteles se ofrecen para albergar a contagiados leves. Las autoridades explican las situaciones en las que se puede salir de los domicilios y llaman a la responsabilidad para atajar cuanto antes el virus y a nivel mundial se desata una guerra entre países por la privisión de respiradores, EPIs, mascarillas, etc. Tres días después, Carlos Artundo, director general de Salud, asegura que la red sanitaria podría aumentar hasta las 1.580 camas y 120 en UCI y el Gobierno foral aprueba un decreto para poder contratar al mayor número de profesionales de forma inmediata, entre ellos médicos jubilados y MIR, ante la avalancha de ingresados que se prevé. En pocos días, más de 250 sanitarios voluntarios se ponen a disposición de Salud.

27 de marzo de 2020: Se prorroga el Estado de Alarma

Hay unos 2.800 casos no contabilizados

27 de marzo de 2020, el avance del virus parece imparable y Pedro Sánchez anuncia una prórroga del Estado de Alarma de otras dos semanas. Todos los días a las 20.00 horas la ciudadanía sale a los balcones a aplaudir a los sanitarios, que están dando la cara en la primera línea de unos hospitales desbordados. El 3 de abril se alcanzan los 711 ingresados (95 en UCI) por coronavirus, lo que obliga a unir la red sanitaria pública y privada, que empiezan a trabajar como un sistema “único e integrado”. Los contagios no dejan de aumentar y la capacidad diagnostica es limitada: Salud contabiliza 2.300 casos pero estima que habría otros 2.800 no contabilizados, porque, aunque las instalaciones de Refena reciben a cientos de personas a diario en sus coches para realizarse PCR, no hay suficientes pruebas para llegar a todos los contagiados. Además, siete hoteles y un convento se habilitan para acoger a sanitarios con dificultades para aislarse en sus domicilios, a sanitarios contagiados y a pacientes covid. El confinamiento empieza a hacer mella en la población, especialmente entre las familias más vulnerables, y mientras el Resistiré del Dúo Dinámico se convierte en un himno la gente improvisa juegos, actividades físicas o retos en redes sociales para matar el tiempo entre cuatro paredes. Pero también florece la solidaridad en la mayoría de lugares y asociaciones y colectivos vecinales de barrios y pueblos se organizan para ayudar a personas mayores y con problemas para salir de sus domicilios.

7 de abril de 2020: Los contagios se estabilizan

Las muertes por covid-19 duplican la cifra oficial

7 de abril de 2020, la consejera de Salud, Santos Induráin, informa de que los contagios empiezan a remitir, pero se espera un abril duro en cuanto al volumen de ingresos y fallecidos. Navarra, por normativa del Ministerio, tan solo contabiliza en las estadísticas los fallecimientos con positivo confirmado en coronavirus, 202 hasta el momento. No obstante, el exceso de mortalidad que registra el Instituto Carlos III de Madrid apunta a que habría otros 200 decesos por covid-19 sin que se hayan podido confirmar con prueba diagnóstica. La mayoría de ellos personas mayores y usuarios de residencias, donde la situación es dramática, con decenas de muertos a diario que se van sin poder despedirse de sus seres queridos, en la soledad que ha impuesto el Estado de Alarma.

26 de abril de 2020: Comienza la desescalada

Los casos caen a mínimos tres meses después

Domingo 26 de abril de 2020, el confinamiento empieza a hacer efecto y se reducen primero los contagios y, después, los ingresos, lo que permite inicar una desescalada. Los primeros en volver a la calle son los niños y niñas menores de 14 años pero con una serie de restricciones: podrán salir a pasear entre las 9.00 y las 21.00 durante un máximo de una hora y en un radio de un kilómetro de su domicilio. Además deberán ir acompañados de un único adulto. El siguiente sábado, 2 de mayo, les siguen las personas mayores de 70 años y los días posteriores se va sumando el resto de la población, con salidas limitadas a los terminos municipales y con horario restringido. Durante el mes de mayo, los buenos datos epidemiológicos permiten ir recuperando paulatinamente la actividad social y económica. Además, Salud ya dispone de pruebas PCR suficientes para detectar casi todos los casos y pone en marcha el rastreo: un novedoso equipo que se encarga de aislar a los contactos de las personas que dan positivo para tratar de cortar la cadena de contagios. El 15 de junio no se reportan en Navarra ni contagios, ni ingresos ni fallecidos y en los días siguientes los hospitales comienzan a recobrar la actividad ordinaria que se había paralizado durante casi tres meses. Los estudios de seroprevalencia que hace Salud indican una inmunidad del 6,4%, es decir, más de 40.000 personas habrían pasado el virus, aunque tan solo se han podido confirmar con PCR algo más de 10.000. El 23 de junio tiene lugar el primer evento masivo tras el inicio de la pandemia: la selectividad, que se desarrolla de forma presencial aunque con medidas de prevención y no tiene un impacto en los contagios en las semanas siguientes. La hostelería va teniendo cada vez menos limitaciones y se reanuda la actividad económica. Todo apunta a que va a ser un buen verano de transición una vez que lo peor ha pasado y ya se empieza a hablar de “nueva normalidad”.