Como ocurre cada año las falsas creencias vuelven para quedarse. Mitos y bulos se repiten de forma tan constante que llegan a considerarse verdaderos. No obstante, muchos de ellos suponen un peligro para la salud. Por ello, con la llegada del verano es importante informarse y aprender a distinguirlos.

Si está nublado el sol no quema

¿Cuántas veces no te has echado crema de sol por pensar que al haber nubes no te vas a quemar? Este es uno de los mitos más extendidos y peligrosos. Sin embargo, aún con nubes, el sol sigue penetrando en la piel y puedes quemarte igualmente. "En un día completamente nublado, hasta el 40% de la radiación ultravioleta llega a la tierra por lo que te puedes incluso dañar la piel", afirma la doctora Yolanda Gilaberte, vicepresidenta de la Academia Española de Dermatología y Venereología .

Por tanto, aunque parezca que el sol está escondido, recuerda ponerte siempre protección solar.

El corte de digestión no existe. Puedes lanzarte al agua después de comer sin esperar dos horas

Esta creencia es tiene su parte cierta. Si bien es cierto que el mito de esperar dos horas es falso, si que se ha de tener cuidado al bañarse después de comer.

La razón principal es el cambio brusco temperatura. El contraste del cambio entre el cuerpo expuesto al sol con el agua helada es lo que puede provocar un corte de digestión. El Doctor Gonzalo Guerra Flecha, Especialista en digestivo y fundador del Centro Médico-Quirúrgico de Enfermedades Digestivas (CMED) en Madrid, aconsejó en una entrevista a ABC hacer contacto con el agua por partes y de forma paulatina, para así conseguir un "acostumbramiento del organismo a esa temperatura fría del agua".

A su vez, cuando ingerimos comida muy pesada gran parte de la circulación sanguínea se concentra en torno al sistema digestivo para ayudar con el proceso de digestión, dejando al resto del cuerpo más débil frente a los cambios de temperatura y a las bajadas de presión arterial. Guerra continuó explicando que el proceso de digestión puede durar incluso cuatro horas, ya sea en tierra o en agua. Por ello, el tener que esperar un cierto numero de horas carece de sentido.

Por tanto, siempre que uno vaya a bañarse en verano, haya comido o no, es recomendable meterse al agua por partes, pero sin necesidad de tener que esperar un mínimo de horas.

El agua del mar es buena para las heridas

Es una verdad a medias. La sal que contiene el océano es buena para tratar heridas y cortes superficiales, pero esto no implica que siempre sea una buena opción.

En una entrevista concedida a Newtral, Ana Molina, médica especialista en dermatología del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz, explicó que con heridas abiertas se ha de ser muy cuidadoso. "En el caso de las heridas abiertas el agua del mar puede ser contraproducente. No se aconseja por las bacterias en el agua y el riesgo de que se infecte por uno de estos microorganismos". "Es mejor que la herida se cierre por completo antes del baño en el océano", añadió.

Además la propia Organización Mundial de la Salud ya advirtió en su informe 'Nutrientes en agua potable', sobre que "las aguas de mar y saladas pueden contener microorganismos que pueden ser patógenos, incluyendo bacterias, protozoos y virus".

Con crema de sol no me pongo moreno

Mucho cuidado con esta falsa creencia. Su extensión ha llegado hasta tal punto que mucha gente decide prescindir del protector solar para conseguir ese deseado moreno. No obstante, este es otro mito.

María Jose Cachafeiro, secretaria de la Asociación de Profesionales de la Farmacia, advierte que: "No existe la protección cien por cien, por lo que siempre habrá una cantidad de radiación solar que nos incida en la piel". "Cualquier grado de bronceado indica que se ha producido daño solar y no es un buen signo" añadió.

En definitiva, aun con protección solar los rayos solares siguen afectando a nuestra piel, lo cual implica que seguiremos poniéndonos morenos, pero el riesgo de quemaduras sigue presente. Por tanto, siempre se ha de echar crema solar.