Las solicitudes de asilo en Navarra llegaron a 709 durante el 2019 y, del 1 de enero al 15 de junio de 2020, ya se habían tramitado 417 solicitudes, según los datos de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), que ha recordado que, desde el estado de alarma por coronavirus, se cerraron las fronteras y las oficinas de extranjería, "por lo tanto, el tiempo efectivo ha sido mucho menor".

El número de personas acogidas dentro del Sistema de Acogida e Integración de Personas Solicitantes de Protección Internacional del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones en la Comunidad foral son actualmente de 613 personas.

CEAR, que ha presentado este viernes su Informe Anual 2020 'Las personas refugiadas en España y Europa', ha reclamado a las autoridades europeas y españolas que "no utilicen la epidemia de la COVID-19 como excusa para no respetar el derecho de asilo de miles de personas bloqueadas en países no seguros como consecuencia al cierre de fronteras y para aplicar políticas más restrictivas de control migratorio".

La entidad ha destacado, además, "los obstáculos que se mantuvieron el año pasado para hacer efectivo el derecho de asilo, a pesar de registrarse un récord en el número de peticiones presentadas".

Al mismo tiempo, la organización ha criticado que, en 2019, España "sólo ofreció protección internacional al 5,2% de solicitantes, en contraste con el 24% del año anterior y el 31% de media en el conjunto de países de la Unión Europea en 2019". Aunque también ha valorado positivamente la concesión de cerca de 40.000 permisos por razones humanitarias, "la inmensa mayoría a personas de nacionalidad venezolana".

"España siguió poniendo numerosas trabas para que muchas personas puedan solicitar asilo en nuestro país, con la persistencia de las devoluciones en caliente, la exigencia de visado de tránsito a las personas originarias de Siria, Palestina o Yemen, o dificultando los procesos de reagrupación. Además, se siguen produciendo enormes retrasos de formalización y documentación, y continúan los impedimentos para acceder al procedimiento en nuestra frontera sur, debido a la ausencia de vías legales y seguras, que hace que las personas tengan que recurrir a mafias y tomar rutas más peligrosas", ha señalado Idoia Oneca, coordinadora de CEAR en Navarra.

Además, el informe alerta sobre la reapertura de "la peligrosísima ruta atlántica hacia Canarias, con un importante aumento de llegadas a partir del último cuatrimestre de 2019 hasta la actualidad, y los impedimentos de traslado a la península, con la consecuente saturación de los recursos existentes".

EL REFUGIO ANTE EL CORONAVIRUS

CEAR ha presentado, también, un informe sobre las consecuencias que la epidemia del coronavirus está provocando para las personas migrantes y refugiadas a nivel estatal, europeo y mundial.

"Confinamientos, cierre de fronteras generalizado, precarias condiciones higiénicas en los campos de refugiados, problemas económicos que agravan sus condiciones de vida. Esta pandemia plantea numerosos retos en materia de acceso al derecho de asilo, pero es necesario que los Estados sigan cumpliendo con sus obligaciones", ha reivindicado la organización.

En ese sentido, el Informe Anual de la entidad incluye 18 propuestas a las autoridades para hacer frente a la nueva realidad en la que se encuentran las personas refugiadas y migrantes en España.

Tras conocer los datos publicados por ACNUR, según la cual más de 79,5 millones de personas se han visto obligadas a vivir fuera de sus hogares, CEAR ha reclamado que "esta emergencia mundial, agravada por la irrupción del coronavirus, no puede afrontarse más que de forma internacional, siguiendo las directrices del Pacto Mundial por los Refugiados".

Además, en el ámbito de la UE, CEAR ha destacado en su informe la necesidad de "superar el bloqueo para aprobar un nuevo Pacto Europeo de Migración y Asilo que no suponga una restricción de derechos y que avance hacia la construcción de un nuevo Sistema Europeo Común de Asilo".