tudela. Es el responsable de que hayamos llevado en la cabeza una de sus canciones del cuarto de estar al salón comedor y de allí a las piscinas o al chiringuito de la playa. Macaco ha conseguido que Moving se convierta en todo un himno veraniego que sonará, una vez más, en Tudela. El concierto es esta noche, a las 00.00 horas en la plaza de toros.
Si le digo las siguientes palabras: Fusión, mestizaje, cosmopolita, ecología, revolución, reivindicación… ¿Se siente identificado o le empiezan a aburrir?
Todo eso son etiquetas. Me gusta la gente que expone un abanico amplio de colores, hay artistas a los que les gusta presentarse de una sola manera, haciendo canciones de amor o sociales. Yo hago canciones de lo que me sale. No voy a dejar que me dicten cómo tengo que hacer una cosa o qué letras tengo que decir. A veces cuando haces una canción que habla sobre naturaleza o medio ambiente parece que no puedes hacer otra de amor, o al contrario. A mí me da igual si me llaman independiente, alternativo, mainstream... De verdad me importan muy poco las etiquetas. Quiero sonar en cuantos más sitios mejor pero siendo yo mismo. Si en el próximo disco no me sale hacer una cancion sobre naturaleza pues no la haré y no pasa nada.
¿Qué tal está yendo la grabación del segundo single Tengo
Ayer estuvimos diez horas grabando sin parar. Estamos haciendo un traspase muy bonito del sonido a la imagen con el mundo rocksteady y de la rumba catalana. Creo que para presentar este disco está muy bien porque representa lo que es el disco aunque fue difícil escogerla porque hay muchas otras que entran muy bien como Mensajes del agua o Puerto presente.
El 5 de noviembre opta a un Grammy Latino por Moving en Los Ángeles y a mejor artista español por la MovingMTV
Yo creo que estaré por Barcelona o por Madrid, (ríe). No creo que me den uno de esos premios. Para mí la nominación ya es un premio, un reconocimiento aunque si me dan un Grammy voy a flipar y si la MTV me da otro premio estaré encantado de la vida . Pero yo ya tengo un premio: No paro de girar y ver como la gente se vuelve loca en el directo aquí en España y en el resto del mundo. Eso es la realidad, pero no voy a decir lo típico de que los premios me dan igual.
Parece ser que cuando realmente disfruta es en el directo...
Bueno, grabando discos también. Lo que a mí me gusta es hacer música, comunicarme y tener una respuesta tan buena de la gente. Yo soy alguien a quien le gusta que le digan que le quieren y me hace mucha ilusión ver que mi pequeño mundo y mi ideario tiene una respuesta. Lo que siempre digo es que disfruto tanto tocando en la calle como delante de cien mil personas o de veinte. Cada escenario tiene su pequeño mundillo te metes en ese contexto y lo disfrutas de la misma manera.
¿Cómo es uno de sus conciertos?
Entre técnicos y músicos somos un equipo de dieciséis, aunque en el escenario somos nueve. Es un concierto en donde mandan las canciones por encima de todo. Hay muchísimo dinamismo, que es algo que a mí me interesa mucho, tanto en la música como en la vida. Hay momentos para bailar, donde la gente canta y corea, otras partes más íntimas y pequeñitas o teatrales. Lo que me interesa es que sea un espectáculo y que a la gente le entre por todos los sentidos posibles.
¿Cómo hace para transmitir todo ese positivismo sobre el escenario cuando tiene un día bajo?
Es lo que tiene nuestra profesión. Hace poco cuando volví de los campamentos saharauis tuve que hacer un par de conciertos con cuarenta de fiebre y tiré para adelante, no podía suspenderlos, hay que estar allí. Luego me eché en el hotel y tenía pesadillas, pero en el momento del bolo se me pasaron todos los males.
¿Le preocupa que la filosofía que pretende transmitir se llegue a quemar?
Ni es una filosofia ni tiene un valor específico. Cada uno tiene que darle el valor que quiera, para mí lo tiene y con eso me vale. Cuando toco en directo veo que la gente se lo pasa bien y disfruta. Yo no estoy enseñando nada ni soy ningún maestro de nada. Simplemente propongo, expongo y luego la gente coge lo que quiere. Ante todo soy musico y lo que quiero es que se lo pasen bien. El otro día vino una fan con su novio y me comento que para ella mi música era como una ducha de agua fresca. Con saber eso yo ya estoy contento.
¿Es complicado llevar una "vida nómada" como la que dice llevar?
Sí, hay muchas cosas que te pierdes del día a día. Hay veces que te gustaría estar en tu casa con los tuyos y echas de menos tu cama, tu nevera, hacerte un plato de pasta en tu cocina. Y no puedes hacerlo. Pero es la vida que escogí y la que amo. Soy como un marinero en este barco musical, voy de aquí para allá todo el día y eso te trae cosas buenas y malas. Me mareo cuando estoy en tierra firme, como los marineros.
Ha recorrido medio mundo, ¿qué lugar le ha sorprendido más?
Yo me quedo con la barceloneta. Me gusta mucho. Ahora estoy en Madrid, que tambien me encanta, pero soy muy de mar y Barcelona en ese sentido me tira mucho. Brasil me encantó, también México, el norte de Europa, Japón, Taiwán también fue increíble, Australia me encanta, Nueva York es maravillosa. La verdad es que siempre he tenido mucha suerte y allí donde voy hay conexión con la gente.
¿Cuáles son tus próximos planes?
Seguiré con la gira todo el mes de octubre y noviembre también se está llenando de fechas. Están saliendo bolos para Sudamérica, USA, Europa, Japón... En enero y febrero estaré haciendo la música para una película e intentaré descansar un poco, haciendo algo de snow.