pamplona - Procedentes de estilos muy diversos, Lide Hernández, Íñigo Etxarri, Josha Natke y Ekaitz Otxoa formaron hace un año Liher, una aventura que comenzó Lide en solitario y que se ha consolidado en una banda que realiza una fuerte apuesta por el rock en euskera. Ahora, después de un tiempo de conciertos para darse a conocer y un duro trabajo, Liher presentará su primer disco, Hauts, en la Kantina Rock de Lekunberri (hoy, 20.00 horas).

Hace poco más de un año que Liher daba sus primeros pasos, y ahora empieza a darse a conocer a través de diversos conciertos. Para quienes no hayan escuchado todavía esta banda, ¿cómo la definirían?

-Liher somos un grupo formado por cuatro personas que hacen un rock muy clásico y melódico, pero a su vez una mezcla de muchos estilos. Este disco tiene unas canciones variadas, pero puede que el próximo álbum sea de otra manera. No nos cerramos a ningún estilo, no estamos definidos. Por el momento, hacemos rock melódico con toques también de soul o de pop. Hacemos lo que nos gusta ahora, y si en un futuro queremos ir por otra línea, este disco nos da pie a ello.

Hauts es el primer trabajo que realizan en conjunto. ¿Cómo surgió y cuál es el resultado?

-Desde que se formó la banda, lo primero que hicimos fue vestir las canciones que ya teníamos grabadas en una maqueta en formato acústico y pasarlas al formato banda, es decir, adaptar las melodías al bajo, la batería, la guitarra eléctrica y la guitarra acústica. Entonces vimos que el grupo podía funcionar bien. A partir de ahí, mientras seguíamos tocando en conjunto, fuimos grabando guías de voz y guitarra a partir de unas maquetas que ya teníamos para ver cómo podía quedar. Viéndolo con bastante antelación, nos pusimos de acuerdo en trabajar juntos cuanto antes para poder sacar un disco ahora, en otoño. A partir de ahora, lo que nos queda es presentar este nuevo disco en los próximos tres meses.

Dicen que no tienen un estilo definido, pero en sus canciones se advierte una apuesta bastante fuerte por el rock en euskera. Además, se perciben influencias del rock americano en su música. ¿Era esta su intención?

-Ha sido inevitable porque escuchamos eso. No queremos ser embajadores del rock americano en euskera, pero eres lo que consumes y este ha sido el punto en el que hemos confluido todos los miembros de la banda. Desde que empezamos a tocar, las canciones ya adquirieron un sonido más rockero. Lo que sí teníamos claro era que las canciones iban a ser en euskera, porque es nuestro idioma y porque queríamos dar nuestra aportación a la cultura en euskera.

En sus canciones tocan temas bastante serios. ¿De dónde surgen estas letras que hablan sobre miedos o aspectos más sociales?

-Las letras son cosas que nos pueden pasar a todos a lo largo de nuestra vida, aspectos con los que nos quedamos y que intentamos plasmar en las canciones. No son vivencias propias pero sí son sentimientos que nos pueden afectar a todos. Son contradicciones, miedos, la muerte o temas sociales... Todos sentimos eso, y por qué no lo vamos a plasmar en una canción.

Este proyecto empezó con Lide y su guitarra. ¿Qué llevó a la banda a constituirse como tal?

-Formar una banda siempre es algo difícil y convencer a alguien para entrar en tu barco es complicado, pero fue con el festival Ez dok Amairu cuando nos propusieron tocar como banda, y eso fue la chispa con la que comenzó todo.

¿Qué puede esperar el público que vaya a ver este domingo a Liher?

-Va a ser un concierto muy cañero. El directo siempre tiene más fuerza que el disco. El álbum ya ha dado un paso hacia tempos más rápidos, pero cuando tocamos descargamos más garra. Que la gente venga a disfrutar de un concierto con fuerza, aunque también con momentos tranquilos. También tocaremos alguna canción vieja que nos gusta rememorar.