Aunque nos mantenemos en lo de que “el perro es el mejor amigo del hombre”, también habrá que ir afinando esta frase hecha y señalar que actúa como una muy adecuado “compañero de las personas mayores”. Tanto a nivel físico como mental, convivir y cuidar de un perro mejora la calidad de vida de los humanos. Nos ayuda a estar bien, a mantenernos activos, a llevar una serie de rutinas saludables y a esquivar la soledad. Y todo esto es especialmente importante en el caso de las personas mayores

Mucho se habla de los beneficios que tiene para salud compartir tiempo y espacio con un animal de compañía. No sólo disminuye nuestros niveles de estrés y mejora la presión arterial o nuestra frecuencia cardíaca, sino que además son la mejor garantía de tener a alguien con el que compartir la vida, que nos recibe con alegría y su mayor anhelo es estar con nosotros. Una mascota evita la sensación de soledad. Algo que nuestros mayores sufren especialmente.

Los perros ayudan a los mayores a mantenerse activos y socializados, pero deben adaptarse a las condiciones de su cuidador. Freepik

Un perro necesita unos cuidados de los que su humano tiene que responsabilizarse. Resolverlos con eficacia aumenta la autoestima, y el cariño y la lealtad que se recibe evita encerrarse en uno mismo. Además, la necesidad del perro de salir a pasear, a socializar obligará a su compañero a llevar una vida algo más activa y a socializar con otros dueños de perros y vecinos alejándole del aislamiento.

Pero no hay que olvidar que no todos los perros son iguales, y sus características físicas y necesidades puede superar las que una persona mayor pueda ofrecerles. Por ello es importante que haya compatibilidad entre ambos. Un galgo afgano, un rotweiller no son lo mismo que un teckel o yorkshire. Ni sus necesidades ni sus caracteres, por lo que cada uno debe ser muy consciente de que necesidades y cuidados tiene cada raza de perro.

El mutuo cariño entre can y humano beneficia a todos. Freepik

Algunas de las razas más adecuadas:

Shih tzu: El Shih tzu, también conocido como "perro león", además de por su por su pequeño tamaño y manejabilidad es ideal para las personas mayores por su lealtad y carácter complaciente. No necesita hacer mucho ejercicio y le encanta recibir caricias y mimos. Es un estupendo guardián por lo que no perderá de vista a su humano. Se adapta fácil a cualquier entorno.

Teckel: Popularmente conocidos como perros salchicha, los teckel o dachshund son canes con mucha personalidad pero que que se muestran alegres y juguetones. Activos, será imposible no prestarles atención, por lo que el aburrimiento no es una opción. No les hace falta mucho trabajo para mantener su piel sana, aunque los de pelo largo necesitan algún cepillado más. Se cadaptan bien a un piso, pero s origen cazador hace que necesiten paseos en los que jugara a buscar y olfatear.

Beagle: El buen carácter de los beagle los hace ideales para las personas mayores y pata los niños. Además el ejercicio que necesitan resulta beneficioso para los mayores, que tendrán que salir a pasear regularmente. No necesitan muchos cuidados especiales, pero sí piden atención que devuelven en forma de cariño y atención continua hacia su humano.

Pomerania: Aunque el pomerania es pequeño, su carácter cariñoso y enérgico le harán ser el centro de atención. Como muchos de estos perros, dan tanto como reciben, por lo que a su lado nadie se sentirá solo. Este perro se siente a gusto en espacios reducidos, por lo que los pisos son ideales para ellos. Y su pelambrera no debe asustar, con cepillarlo regularmente basta para mantenerlo en buenas condiciones. Son inteligentes, por lo que su adiestramiento para la convivencia será rápido.

Pug: Otro perro de pequeño tamaño y fácil manejo. Su inteligencia natural permite que se adapte rápido a los nuevos entornos. El pug o carlino no es especialmente activo, por lo que los mayores de tendencias más sedentarias encontrarán en él un compañero de sofá perfecto. Además son fáciles de cuidar, su corto pelaje no necesita una atención muy continuada.

Yorkshire terrier: Uno de los perros pequeños más recomendables y también de los más populares. Cariñoso y protector, el yorkshire adora los mimos, por lo que es un típico ejemplo de perro de regazo: pesa poco y adora el contacto directo de su humano de confianza. Además, su longevidad hace que establezca relaciones muy estrechas con quienes conviva. El ejercicio es necesario pero le basta con poco.

Bulldog francés: El bulldog francés es un perro pequeño, cariñoso y perfecto para un piso pequeño.Es enérgico de carácter, pero con unos paseos no muy largos le basta para mantener un buen estado de salud. No necesita cuidados especiales, alguno dicen que es de bajo mantenimiento, pero su personalidad y aspecto hará que sea imposible no achucharlo ni recostarse juntos en el sofá o la cama.

Corgi galés de Penbroke: Si una persona mayor quiere evitar caer en el sedentarismo, llevar un corgi galés de Pembroke a casa es la mejor de las ideas. Su aspecto achaparrado, sus grandes y tiesas orejas solo confirman su natural simpatía, un rasgo que hará que su humano quiera ponerse a su altura en o que respecta a sociabilidad y ejercicio diarios. Contagian su entusiasmo por vivir.

Caniche: Para personas con problemas respiratorios relacionados con las alergias, el caniche es la elección adecuada. Su pelaje es hipoalergénico. Además, su carácter cariñoso y amable, así como su adaptabilidad a la vida de las personas mayores hace que sean una de las razas más comunes entre quienes buscan un perro. Además son una de las razas más inteligentes y fiables que existen.

Lhasa apso: Un perro pequeño como el lhasa apso es muy indicado para el reducido espacio de un piso. Su carácter independiente, a la par que cariñoso, unido a una forma de ser estable hace que sea una de las razas para mayores más elegida. Además es un perro con una esperanza de vida de 14 años, lo que se convertirá en un miembro de la familia durante mucho tiempo.

West highland terrier: Los westies son una raza común entre los mayores, que los aprecian mucho. Su modo de ser simpático, tranquilo y amable hacen de ellos unos excelentes perros de compañía. No necesitan demasiadas cosas, por lo que son sencillos de cuidar y a cambio dan cariño a raudales.

Cavalier king charles spaniel: El cavalier king charles spaniel ha sido durante mucho tiempo el favorito de la aristocracia. Para demostrarlo están muchos retratos y cuadros, donde aparecen como parte de la vida de las clases altas. Responde al tópico de perro faldero, pero puede adaptarse a cualquier entorno, y su cuidad no da un trabajo especial. Su pelo sí puede requerir una atención mayor que otros, un baño semanal y un cepillado continuado mantendrá su largo pelo en buen estado.

Terrier escocés: El terrier escocés es un perro activo, pero menos. Es más de andar que de correr, de llanear que de subir y bajar. Su tranquilidad de espíritu también le hace ser un buen vecino, ya que ladra poco. Solo lo necesario, cuando su carácter de perro guardián considera que debe avisar a su compañero humano. Su lealtad es indiscutible.