La todavía gerente de Cultura del Ayuntamiento de Tudela, Amaya Pérez, denuncia haber recibido “acoso laboral y hostigamiento” desde su llegada al cargo por designación directa por la responsable de Cultura Merche Añón en 2020, señala a Toquero y a Merche Añón por las decisiones adoptadas y añade que podría interponer una denuncia contra el Consistorio por su despido. Pérez ha hecho pública una nota de prensa (escrita en tercera persona) después de que Contigo Tudela anunciara que el equipo de gobierno de UPN iba a despedirle. Pérez generó una situación en la EPEL Tudela-Cultura que no se había vivido durante toda la Democracia, con bajas de hasta tres trabajadores y trabajadoras funcionarias por las condiciones laborales a las que le sometía, con sentencias en su contra, y denuncias de censura por artistas, algo que generó muchas críticas de la oposición y de los sindicatos aunque su gestión fue siempre defendida por Añón y por Toquero. La todavía gerente señala que todas las noticias y quejas que hubo de artistas y trabajadores fueron “noticias sin fundamento ni datos objetivos” añadiendo que se llegó incluso, “por primera vez en la historia del Ayuntamiento, a mencionarse en Plenos y Comisiones el nombre y apellidos de la actual directora- gerente, con el único ánimo de menoscabar su integridad”.
En la nota señala que desde su llegada “ha sufrido una situación continuada de absoluto hostigamiento y acoso laboral con la firme intención de que abandonase su puesto que ha durado hasta el día de hoy, constituyéndose como cabeza de turco para la crítica de la gestión municipal, por parte de la oposición y sindicatos”.
Según narra ella misma “ejercía una actividad empresarial referente en la cultura, gestión cultural y patrimonio durante mas de 11 años, hasta que fue seleccionada para ocupar el puesto de directora-gerente del departamento de cultura. Tras cerrar su empresa para poder aceptar el cargo, accedió con gran ilusión puesto que todo lo aprendido tanto en su formación como en su carrera profesional podría ser volcado a la ciudadanía de Tudela y generar proyectos de calidad y nuevas oportunidades de apoyo para los artistas y creativos locales”. De hecho, desde su punto de vista, como señala en la nota (escrita en tercera persona) “la actividad cultural ha sido sustancialmente superior a la existente con anterioridad a que la Pérez estuviera en el cargo” por lo que señala que las críticas hacia la gestión son “falsas y se apoyan en datos objetivos”
Asimismo denuncia que las críticas recibidas han ocasionado “daños y perjuicios en concepto de lesiones padecidas como consecuencia del acoso laboral al que se le ha sometido”. Como ejemplo de las críticas “infundadas” señala que “se dijo que estaba en contra del euskera cuando los descendientes de la directora gerente cursan estudios de euskera en sus centros escolares”, añade en tercera persona, señalando hacia la concejala y al alcalde en las decisiones tomadas “las decisiones no son competencia de una trabajadora, si no del jefe del ayuntamiento en cada legislatura y el correspondiente concejal de cultura, no a una directora gerente, la cual, gran parte de su trabajo técnico es proponer iniciativas de mejora y nuevas propuestas técnicas para Tudela y sobre dichas propuestas quienes deciden son la concejal y el Sr. Alcalde en última instancia. Otra falsedad más con el único ánimo de menoscabar mi integridad para obtener réditos políticos”.
Finalmente añade que cayó enferma por el “acoso vivido” y que estando en situación de baja se le comunicó su despido por lo que asegura que se reserva “el derecho a reclamar la correspondiente por el acoso sufrido. Más allá de que el daño está hecho y las consecuencias las sufre una mujer, madre y trabajadora”.
Balance
Contigo Tudela, hace una semana, realizó un balance de su gestión tras el despido. Donde destacaron entre las polémicas que entre 2019 y 2023 el festival Avant Garde, toda una referencia de arte urbano a nivel nacional e internacional, fue clausurado después de 7 ediciones “un cierre motivado por la renuncia expresa del comisario por la actitud de la directora gerente”; la pérdida de las Jornadas de la Espiritualidad, que se trasladaron a Zaragoza tras 8 ediciones “por la falta de apoyo desde el área de Cultura sin motivo aparente”, se negaron o redujeron ayudas a proyectos como el festival de arte efímero Des-Adarve “pese a ser referente también a nivel nacional e internacional y mover un amplio espectro de público, y que el Gobierno de Navarra asumió gran parte del coste gracias a una enmienda presentada por I-E”. También fue polémico el trato otorgado al Grupo de teatro del IES Valle del Ebro, que se vio en la necesidad de solicitar ayuda económica a la ciudadanía para poder sacar adelante su obra La cena de los generales “debido a la falta de apoyo institucional”. A todo ello hay que sumar denuncias como la presentada por más de 20 artistas que criticaron el trato recibido por parte de la concejala y la gerente de Tudela Cultura o acciones de censura al euskera en la cartelería que supusieron un cargo adicional al presupuesto de Cultura”.
Además los sindicatos le acusaron de generar en Cultura un “clima laboral tóxico”.