La plantilla de Osasuna ha regresado esta mañana a los entrenamientos de Tajonar para preparar el partido del domingo ante el Alavés. Un compromiso vital para los vitorianos, que acaban de relevar a su entrenador, José Luis Mendilibar, y han entregado el equipo a Julio Velázquez en busca de la reacción y de la permanencia a final de temporada.

Si la goleada en el campo del Betis ya anunciaba cambios en la alineación porque el equipo no estuvo bien, la lesión de uno de los titulares, Juan Cruz, certifica una de las variantes, aunque ésta obligada y sobre un jugador que estaba mostrando un buen nivel dentro del tono gris general, manteniendo la trayectoria notable de este curso.

El relevo para Juan Cruz, central de nuevo cuño empujado por las circunstancias, señala a dos jugadores, Aridane y Unai García. El central canario empezó el año como titular, pero una lesión en el mes de septiembre le apartó del equipo. Una prolongada recuperación de varios meses ha hecho el resto, que no es sino dejarlo en el banquillo cuando estuvo recuperado. Unai García fue el primer remedio cuando se produjo la baja de Aridane. Sin embargo, Arrasate finalmente apostó por la recolocación de Juan Cruz como central izquierdo en el rediseño de tareas para la zaga.

Ante el Alavés, Osasuna necesita recuperar el rigor defensivo, pero ofertar más en ataque, añadir continuidad a esta faceta de su juego.

La plantilla se ha entrenado esta mañana en Tajonar con la ausencia de Juan Cruz y el otro lesionado de larga duración, Jesús Areso, y con la confirmación del retorno a pleno trabajo de Kike Barja.