Osasuna tiene un partido frente a otro rival directo para ratificarse en la zona de candidatos a jugar en Europa la próxima temporada. Como a cada jornada casi se suma un equipo nuevo al nutrido grupo de aspirantes –es lo que tienen estas fechas de la Liga en las que está todo por decidir– el Celta se presenta ante los rojillos como otro de esos conjuntos que también anda con la calculadora en la mano y sus números pasan por ganar en esta cita para seguir haciendo más cuentas. El partido se anuncia como una prueba para el carácter y la ambición del equipo, también es un examen a su calidad ahora que se le presenta jornada a jornada el reto de pelear por algo más allá de la permanencia y, en consecuencia, aceptar la pugna con rivales cualificados.
Osasuna hizo muchas cosas bien ante el Real Madrid y, junto al resultado satisfactorio, deberían rearmar todavía más la confianza del grupo, que viene enseñando en los últimos tiempos una mayor soltura en su puesta en acción. En la mejora general del equipo tiene mucho que ver la elección de los futbolistas que se viene planteando Vicente Moreno, en la que ha quedado muy claro que hay un bloque definido y las alternativas llegan cuando hay situaciones de fuerza mayor.
Las ausencias de Jesús Areso y Aimar Oroz, ambos sancionados, son dos bajas importantes para Osasuna. Los dos canteranos son futbolistas casi insustituibles y su rendimiento les ha hecho ser diferenciales en el grupo esta temporada. En el caso de Areso se trata de uno de los mejores laterales de la Liga, mientras que Aimar mantiene un crecimiento contante que le coloca entre los jugadores diferentes del campeonato, por lo llamativo de su juego que une calidad, despliegue y soluciones con el balón. El regreso de Boyomo es una buena noticia para Vicente Moreno, aunque la posición de central con la alternativa de Jorge Herrando es una de demarcaciones menos preocupantes para el entrenador. El técnico rojillo, tras el entrenamiento, no desveló sus planes, pero dejó la puerta abierta a un posible cambio de sistema en el que la presencia de tres centrales específicos confirmaría la titularidad de los otros dos junto a Catena. Rubén Peña es el otro lateral derecho de la primera plantilla –con permiso de Moncayola– ante la ausencia de Areso.
Nuevamente Ante Budimir, la leyenda en activo de Osasuna, es uno de los argumentos principales para sumar un resultado positivo, como también se espera que el protagonismo de Bryan Zaragoza suba algún peldaño más en este su proceso de regreso a la titularidad tras su restablecimiento de la lesión que le tuvo apartado del equipo dos meses. El ritmo es una cuestión de paciencia.
Una victoria fuera
El Celta es un buen equipo en su estadio –siete victorias en doce encuentros– y el poderío en Balaídos le hace sostenerse en la clasificación en una zona en la que mira hacia arriba sin apuros por abajo. Tras la revolución que Giráldez realizó ante el Atlético de Madrid, con Mingueza, Iago Aspas, Moriba y Borja Iglesias suplentes en el Metropolitano, todos apuntan a la titularidad. Osasuna solo ha ganado un partido fuera. El equipo de Vicente Moreno, que es el que más empates ha logrado en la Liga, tiene también un examen en este apartado de su rendimiento como visitante. Una victoria ante el Celta supondría un espaldarazo al punto logrado frente al Real Madrid. Además de colocar en órbita al equipo y ratificarlo como un serio aspirante a estar en una competición continental.