Poderosa. Enara Gaminde, con apenas 17 años –cumple la mayoría de edad en julio–, tiene la derecha más determinante de la pelota a mano femenina. El futuro es suyo. En su corta carrera suma tres finales del Master Laboral Kutxa de Parejas y dos títulos, los conquistados en 2022 con Olatz Arrizabalaga y el de este domingo junto a Miriam Arraiza. La delantera de Donostia, de 19, es otra de las llamadas a construir el devenir de la especialidad. Emitió buenas sensaciones en Plazandreak y, en la presente edición del Parejas, lo suyo ha sido llegar y besar el santo. Campeona en su primera participación. 18-22 en 62 minutos en un partido duro en el que fueron de menos a más. A las azules les duró la gasolina. La vizcaina fue la mejor, pero la guipuzcoana demostró compostura, sangre fría y chispa. Un cóctel perfecto.
Las jóvenes derrotaron contra pronóstico a Olatz Arrizabalaga, que peleaba por ser la única pelotari de la historia en alcanzar los seis cetros, y Arrate Bergara en el Madalensoro de Oiartzun. Cargaron atrás. El guion les salió perfecto. El Olimpo tendrá que esperar para la de Gernika.
El inicio
Arraiza sumó el primer tanto azul desde el saque. Se suponía una inyección de confianza, pero una vez volvió a poner la pelota en juego, Arrizabalaga asumió responsabilidades para evitar el músculo de Gaminde. En un tanto largo y duro, trabajó desde el cuatro para oxigenar a Bergara y, a la mínima, entró de aire para clavar un gancho tremendo. Aviso para navegantes.
Las coloradas sumaron con un pelotazo atrás de Arrate y un saque directo, otro de los arietes de la pentacampeona gernikarra, que erró un saque-remate en una postura comprometida.
Olatz se repuso con una dejada al txoko de aire y una cortada llena de agresividad. Sin embargo, el patrón de las azules, que no querían ver a Arrizabalaga ni en pintura, surtió efecto. Cargaron a Bergara y endurecieron la contienda. Gaminde es la zaguera a batir. Bergara perdió dos pelotas y la laukiztarra diseñó un precioso dos paredes lejano. 5-5.
Cargar atrás
Pero la veteranía es un grado. El esfuerzo azul se vino abajo como un castillo de naipes. Un sotamano al ancho de Arrizabalaga cambió el ritmo. Dos errores de Gaminde, el segundo al resto, y dos de Arraiza abrieron una bonita brecha (10-5). Dos borrones colorados restañaron un poco la herida (10-7), pero un tanto duro, de 54 pelotazos a buena, subió la mitad de tajo al luminoso de las veteranas. Olatz tiró de violencia con una cortada imposible al ancho.
La diferencia de cuatro cartones no frenó el arrojo de Arraiza y Gaminde, que siguieron trabajando su partido particular, conscientes de que sus opciones pasaban por diagnosticar una mañana de tortícolis a Arrizabalaga. Funcionó. Avasallaron a Bergara, que acabó encajando dos saques consecutivos para poner la igualada en el cartón once. El 11-12, la primera ventaja azul, nació de las manos de Arraiza, que cosió una potente cortada sobre la chapa tras sacar a Olatz del tapete con una apertura certera. La donostiarra se precipitó y puso de nuevo las tablas (12-12).
La revolución azul
Miriam, que demostró saber estar y capacidad para disputar citas de tamaña importancia pese a ser su debut, y Gaminde se encontraron con dos tantos favorables en el 14-16. El 14-15 fue una bonita apertura de la donostiarra, valiente. Los errores colorados marcaron el 15-18, acercando a las jóvenes a la txapela del frontón Madalensoro, entregado en un ambientazo.
En un encuentro duro, de muchos pelotazos, en el que Gaminde fue la más prolífica, la de Laukiz permitió que las coloradas eligieran pelota tras una escapada. Arrizabalaga buscó material vivo. Igualaron en el 18. La benjamina notó el peso del cansancio. El 18-19 fue un dos paredes con fortuna de Arraiza. Alta tensión.
Del 18 iguales al título
Enara expuso pegada para dominar. Alzó el vuelo. Las azules estuvieron serias. Olatz, intentando entrar de lejos, buscándose las habichuelas fuera de su ámbito de acción, cometió su quinto error. El 18-21 fue un saque de Arraiza. El 18-22 fue un yerro de Arrizabalaga de aire. Del 18 iguales directas al primer cajón del podio.