pamplona. La aplicación de las nuevas medidas para contener el gasto en medicamentos ha supuesto una pérdida media de unos 7.000 euros por farmacia en Navarra tras su entrada en vigor el pasado 1 de noviembre. La factura que las boticas, unas 600 en la Comunidad Foral, remiten al departamento de Salud para su abono por los medicamentos dispensados cada mes se redujo un 20% en noviembre y un 17%, en diciembre, lo que supone una bajada de unos 4,1 millones de euros. Cabe señalar que, el gasto farmacéutico se cerró en 2011 en Navarra con un decrecimiento del 10,78% respecto a 2010 (pasó de 12.885.781 a 11.496.954 euros), dos puntos por encima de la media estatal.
Las medidas con más impacto sobre el sector son la prescripción por principio activo y la dispensación del fármaco de menor precio, a las que se suma una deducción de un 15% entre 2010 y 2011 a los medicamentos que no tienen genérico ni están afectados por el sistema de precios de referencia. Los nuevos precios en vigor han provocado que muchos medicamentos igualen sus precios a la baja para acceder a la financiación pública.
La presidenta del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Navarra, Pilar García, atribuye la caída en la factura, principalmente, al abaratamiento de los fármacos. "Las bajadas que están aplicando, 20 medidas en los últimos diez años, son continuas. Las visten con distinto traje, una vez lo llaman bajada de los precios de referencia o de margen, otra, descuento de los medicamentos de innovación..., pero al final son lo mismo", explica García, quien matiza que cuando se conozca el dato del gasto medio por receta se podrá hacer un cálculo más preciso del perjuicio en el sector.
Prueba de hasta que punto han caído los precios es que algunos medicamentos cuestan ya menos que un chupa-chups. La caja de paracetamol de 500 mg y 20 comprimidos se vende a 67 céntimos. "Vale más el envase y la bolsa, incluso el papel de la receta, que el fármaco, asegura la presidenta de la Asociación de Empresarios Farmacéuticos de Navarra (EFAN), Elena Jiménez.
Los efectos de estas medidas, a las que hay que añadir el retraso a enero del pago a los boticarios de la factura de noviembre, se han dejado sentir en todas las comunidades autónomas y de una forma significativa en Navarra, debido a que la ley Cervera suavizó las condiciones para la apertura de establecimientos en la Comunidad Foral, donde hay uno por cada 1.000 habitantes, cuando en el resto del país la cifra supera los 2.000. "En Navarra, por nuestra ley, tenemos unas farmacias más pequeñas y, por tanto, estas medidas les afectan más", alerta la responsable del COF en Navarra. A juicio de García y Jiménez estas medidas complican la viabilidad de las farmacias, de hecho a finales de año cerró una en Huarte, con lo que ya son 14 las que han bajado la persiana en una década. "No me sorprendería si en unos meses cerraran más", prevé la presidenta del COF.
"Estas medidas suponen un grave deterioro de la gestión de la oficina de farmacia y del servicio al ciudadano. La farmacia no puede asumir, además de la bajada de precios, la gestión del pago de los medicamentos", advierte Jiménez. Según la responsable de EFAN, la sistemática bajada de precios desde hace una década impide a las farmacias prever sus ingresos, "algo que dificulta la gestión de cualquier empresa".
"No hay planteamientos claros y seguros para la farmacia y, además, nos metemos en berenjenales con gastos que no deberíamos plantearnos en un contexto tan complicado", dice en relación con la receta electrónica, que esta semana estaba previsto implantar en Ansoáin y que exige a las boticas un gasto importante para actualizar sus equipos y programas. "Soy partidaria de ella, pero en este momento es necesario pagar el medicamento al ciudadano, esto es lo importante", sostiene.