Pamplona. "Es cierto que la primavera la sangre altera, esto lo vemos en las consultas: llegan pacientes con cambios de estado de ánimo, pero también con síntomas físicos", explica el presidente de la Sociedad Navarra de Medicina de Familia, Iván Vergara. La sintomatología de las personas que acuden a los centros de salud al experimentar alteraciones tras la llegada de la primavera es variada. "Hay un ciclo estacional que influye en el estado de ánimo. No sabemos si son las estaciones en sí o motivos asociados al cambio climático, pero es típico de otoño y primavera que haya más sintomatología asténica o ansiosa. Dolores de cabeza y abdominales, mareos y cansancio son los síntomas que con más frecuencia refieren los pacientes a sus médicos de Primaria con el cambio de estación", apunta.

consejos Los facultativos intentan no medicalizar este problema salvo que la sintomatología sea notoria y prefieren optar por vías no farmacológicas. "Hay un fondo de medicalización que no sería necesario. Probablemente, los pacientes responden a lo que oyen por ahí y recurren a los médicos. El problema es que damos la respuesta que esperan y lo convertimos en un problema de salud cuando realmente no lo es. En casos puntuales -prosigue Vergara- realizamos alguna prueba para comprobar si está todo bien, pero generalmente lo único que solemos hacer es tranquilizar, dar consejos en el sentido de aclarar que no es una sintomatología importante, no refleja ningún problema grave de salud y, además, es un tema pasajero, cuestión de una semana de adaptación", añade. Estas recomendaciones incluyen fórmulas para saber afrontar los mareos o controlar la ansiedad, como técnicas de relajación sencillas. "Se pueden hacer en pocos minutos y enseñan aspectos como, por ejemplo, a saber controlar la respiración".

Los médicos de Primaria tampoco son partidarios de prescribir complejos vitamínicos de forma injustificada. "No se ha demostrado que sirvan para este tipo de problemas a no ser que haya un déficit de vitaminas objetivado. Es muy difícil, no obstante, que hoy en día haya déficit de vitaminas con lo que comemos y el estilo de vida que llevamos", añadió.

Vergara no rechaza, sin embargo, que existan remedios naturales para aliviar algunas de las consecuencias del cambio estacional como la astenia, caracterizada por un decaimiento de fuerzas: "La jalea real, por ejemplo, es una bomba energética. Es como cuando le das a un niño mucho azúcar y se pone un poco atómico, de la jalea puedes esperar un efecto similar". Para actuar frente a otro de los síntomas, las ligeras bajadas de tensión, recomienda la ingesta de líquidos abundantes, tomar un poco más de sal, regaliz natural, café, té o chocolate, además, de cuidar la alimentación y hacer ejercicio. Y en cuanto a la ansiedad, las tisanas en general y la tila en particular pueden funcionar en estos casos, apunta.