La fiesta está asegurada de la mano de la familia Ghost Number, un proyecto musical al que dio forma David Pisabarro en 2014, en Donosti, y casi una década después sigue haciéndonos mover el esqueleto con su tercer disco de estudio, ‘Venenos y Demonios’, un trabajo en el que fusionan estilos tan diversos como el calipso, el swing, la cumbia, el mambo o el country, y del que coreamos ya todas sus canciones, ya que lo presentaron a finales del año pasado y ya han empezado a defenderlo sobre los escenarios. Con el álbum bajo el brazo, los componentes de la banda nos reciben con mucha ilusión en la sala Altzerri, todo un referente dentro de la escena musical de la capital gipuzkoana.
Conocemos a David Pisabarro (voz y banjo), Ander Solabarrieta (guitarra), Nacho Fombuena (guitarra y contrabajo), Arantza Molina (violín y teclado) y Karmen Salazar y Luna Chirivella (coros). Sin embargo, Iñigo Manterola ‘Pelle’ (batería) y Oskitz Gorrotxategi (trompeta) no pueden asistir a nuestra cita, pero como veremos a lo largo de la entrevista, su nombre está en boca de todos.
¿Cómo surgió Ghost Number?
David: En 2009 empecé a darle vueltas a este proyecto y como venía de hacer música yo solo, pensé que me costaría bastante encontrar gente, así que me lo tomé con calma y fue en 2014 cuando conseguí cerrar la formación inicial, distinta a la de ahora, con el nombre de Ghost Number & His Tipsy Gypsies. Y ya en 2017, después de publicar nuestro primer disco, se produjeron cambios en la formación que dieron paso al núcleo actual.
¿Y ya entráis todos en el escenario o alguna vez os habéis tenido que quedar alguno abajo?
“Mi único ritual en los conciertos es tomarme un café americano cinco minutos antes de salir”
Karmen: Pues aquí en el escenario de la Altxerri igual no entramos todos.
David: Bueno, no te creas.¡Aquí han tocado Travellin’ Brothers en formato de siete, eh! Sí se podría si sacamos el piano de cola.
Arantza: Recordad que cuando tocamos en la sala Costello en Madrid el escenario era más pequeño.
David: ¡Qué va, era igual!
Nacho: Yo diría que era más pequeño.
David: Hombre, si quitáramos el piano, el escenario de la Costello sería el más pequeño en el que hemos tocado.
Ander: Recuerdo que yo lo pasé muy mal en ese concierto al estar tan apretados (sonríe).
Arantza: Hablando de pasarlo mal, ¿os acordáis del concierto aquel en Barcelona en el que se nos cayó una cucaracha del techo?
David: ¡Era la cucaracha más grande del universo! ¡Era así de grande! (hace un círculo con sus manos para mostrarnos el tamaño de la cucaracha)
Arantza: ¡O más!
David: ¡Era la cucaracha Godzilla! (risas)
“Me encantaría hacer submarinismo en Egipto y en otra vida me hubiese gustado ser Nefertiti”
Nacho: Estábamos haciendo la prueba de sonido y de repente veo caer algo del techo.
Karmen: Yo la escuché caer y todo.
David: Parecía un ‘sagutxu’, pero cuando me acerqué vi que era una cucaracha del tamaño de la palma de mi mano. Al acercarme empezó a correr y vi que ¡era una pedazo de cucaracha mutante! ¡Nunca he visto una tan grande… (risas)! No pensaba que podían ser tan grandes, de hecho.
Karmen: Lidia, la anterior corista, empezó a chillar, y yo me puse como loca también…
Ander: Tú te subiste a mi ampli (risas).
Karmen: Y me tuve que salir fuera porque les tengo una fobia terrible…
Ander: ¡Fue mi primer concierto con la banda y fue traumático! (sonríe)
¡Menudo estreno! Podíais haber añadido en el cartel Ghost Number y The Cuca’s Show.
Todos: (Risas).
Nacho: A ver, cualquier nombre sería mejor que Ghost Number…
Todos: (Risas).
David: Claro, es que tú quieres que se llame la banda de Nacho (sonríe).
¿Entonces el nombre de Ghost Number no fue elegido por votación popular?
Nacho: ¡Fue dictadura! (sonríe).
Arantza: Bueno, en realidad fue despotismo ilustrado (risas).
David: Al final de la entrevista, me acabarán cortando la cabeza entre todos… (risas).
¿Cómo os definís como banda?
David: A ver, no nos enmarcamos en ningún estilo porque escuchas una canción y es totalmente distinta a la siguiente. Somos bastante heterogéneos, creo yo. Hacemos cumbia, mambo, calipso, swing, country… Hay de todo.
¿Hoy no habéis podido venir todos, verdad?
David: No, faltan dos componentes del grupo: Iñigo Manterola, al que llamamos Pelle, de Pellejo, que es el batería; y Oskitz Gorrotxategi, el trompetista.
¿Os conocíais de antes?
“Un sitio chulo para visitar es el monte Ezkaba, cerca de Iruña, que tiene una antigua cárcel de la Guerra Civil”
David: Yo a Karmen sí porque ella siempre ha cantado y tocado en grupos de por aquí y teníamos amigos en común.
Ander: Yo conocía a Luna desde la infancia porque su aita y el mío tocaban en la Orquesta de Euskadi.
Luna: Sí, es verdad, y coincidíamos los dos en la sociedad gastronómica de nuestros padres.
Ander: Y luego a Nacho le conocía de la Altxerri, la sala en la que estamos, y también de las ‘jams’ de Musikene.
Y la relación que tenéis ahora, ¿cómo es?
David: Al final somos como una familia. Siempre estamos a peleas (risas).
¿Quién es el más cascarrabias?
Nacho: ¡David!
Todos: (risas).
David: Es que qué van a decir…
Nacho: Sigue, sigue diciendo adjetivos… ¡El más guapo? ¡Venga, yo también! ¡Qué voy a hacer! ¡Es que hoy me las voy a comer todas! (risas)
¿Quién es el que hace más chistes antes de subir al escenario?
Todos: ¡Nacho!
David: Bueno, en realidad igual Oskitz es más divertido que yo.
David: Es que Nacho es cantidad y Oskitz es calidad (sonríe).
Karmen: Los dos, pero en general hay mucho humor. Por suerte, nos reímos mucho.
¿Y quién es el más torpe? ¿El que cuando os subís al escenario siempre se está enredando con los cables, por ejemplo?
Todos: ¡Pelle! (risas)
David: Es que es Pelle Viyuela, básicamente.
¿Alguna anécdota divertida que recordéis?
“Me gustaría regresar a Guatemala, ver a mi familia, visitar las ruinas de Tical y explorar la selva”
Arantza: Pues es que como buen batería siempre está rodeado de platos, hierros… Y claro, siempre se tropieza con alguno para entrar en el local.
Nacho: Sí, las cosas que puedan pasar siempre le van a pasar a él.
Karmen: Yo nunca podré olvidar el día en el que se metió en un charco con los dos pies y la maleta (risas). Había un boquete en el suelo y de repente metió de lleno el primer pie y gritó sorprendido, pero es que luego metió el otro pie y volvió a gritar y, no contento con eso, acto seguido metió la maleta y por supuesto gritó de nuevo… ¡como si no hubiera podido evitarlo, cuando todo el mundo estábamos viendo sus movimientos en cámara lenta! (risas).
Cuando lea la entrevista se va a arrepentir de no estar.
Nacho: ¡Ahhhh, el que no viene, no se defiende!
¿Y quién es el más supersticioso? Quien no sale al escenario sin haber besado una estampita o llevar en el bolsillo su piedra talismán…
Ander: ¡David!
David: ¿Yo? ¿Por qué? Si yo no llevo nada… ¡Mi único ritual es tomarme un café antes de tocar!
Nacho: Sí, pero cinco minutos antes de salir porque si se lo toma cuatro minutos antes… ya no…
David: ¡Pero qué dices!
Todos: (Risas).
Luna: Hombre, yo sí soy un poco friki mística, la verdad, pero todavía no lo he confesado ante el grupo.
Bueno, pues es el momento perfecto para confesarlo…
“Cuando llego al local hago el saludo scout, como hacía de niño, pero no tengo muy buena orientación”
Luna: (Sonríe tímidamente).
David: ¿Friki mística sería ‘frística’ o algo así?
Luna: ¡O ‘mistriki’!
Todos: (Risas)
Luna: El caso es que ellos todavía no conocen esa faceta mía, ¿por qué me habré metido yo en este jardín? Sí, soy supersticiosa y me gusta fantasear con que todo son señales del universo. También he jugueteado con el tarot y he hecho actividades ‘brujísticas’ varias (sonríe).
¿Pero la noche anterior a un concierto llevas a cabo algún ritual o algo?
Luna: No. Eso sí, cuando me da, limpio las malas energías con palo santo y esas cosas.
Bueno, pues nos adentramos ya de lleno en nuestro cuestionario y empezamos hablando de música, ¿un disco que nos recomendéis?
David: ‘Gestiones fáciles’, de Sandré. Me ha gustado un montón. Creo que son de Madrid y hacen punk.
Luna: ‘Rebelation’, de Eira. Es reggae.
David: Cada vez que dices la palabra ‘reggae’ muere un gatito, ¿lo sabes?
Luna: (Risas).
O sea que seguís estilos muy distintos, ¿no?
Ander: Sí, cada uno viene de un lado, la verdad. Eso aporta y enriquece un montón. Nacho y yo venimos mucho del jazz por ejemplo y si tuviera que decir un disco diría cualquiera del guitarrista Peter Berenstein. Estoy muy a tope con él. Y con Patt Metheny también.
Karmen: Yo diría, por ejemplo, ‘Manic Candid Episode’, de The Murlocs.
David: ¿Y yo puedo decir una más? ‘Demo 3’, de Prison Affaire.
Ander: Yo estoy últimamente con Black Pumas y su rollo soul.
¿Y cuando salís de fiesta termináis bailando Shakira y estas cosas o no queréis rebelarlo?
Karmen: Sí, sí, eso todos. Nos une el pasárnoslo bien.
David: Cero problema con bailar reggaeton.
Karmen: El reggaeton está a la orden del día.
Luna: Nacho tiene una cadera…
Todos: (Risas).
¿Eres el bailarín del grupo, Nacho?
Nacho: No, Pelle, Pelle. Los que no están son los que les toca (sonríe).
Karmen: A Oskitz no le he visto yo mucho bailar la verdad.
Luna: Sí, sí… baja hasta el suelo.
David: Ah bueno, y no nos podemos olvidar de nuestro disco, claro, que salió en octubre (sonríe). Se llama ‘Venenos y demonios’.
Éste nuevo disco está enterito en castellano, pero ¿antes cantabais en inglés, no?
David: Sí, había algo suelto en castellano, pero apenas nada. Pasar al castellano ha sido porque me dio por ahí, simplemente porque me sentía más cómodo.
Arantza: ¡Es que canta muy mal en inglés! (Risas)
David: A ver, es que me siento muy cómodo en inglés también, pero ahora creo que el tipo de canciones que estaba escribiendo me llevaban más al castellano. No tiene más misterio.
Desde aquí vamos a animar a la gente a que vaya a veros en concierto porque estamos seguros de que se lo pasarán muy bien.
David: Sí y no es por echarnos flores, pero creo que la mayor parte de la gente que viene a vernos y no nos conoce de antemano, se lo pasan muy bien porque hacemos mucho el minga, que es nuestro estado natural.
Y si pasamos a hablar de literatura, ¿qué libro nos propondríais?
David: Yo ’La montaña mágica’, de Thomas Mann.
Luna: ’Las intermitencias de la muerte’, de Saramago.
Arantza: Yo diría ’La arbolera’, de Toti Martínez de Lezea.
Karmen: A mí me gusta mucho una escritora iraní que se llama Parinoush Sannie. Me encantó leer ‘El libro de mi destino’ y ‘Una voz escondida’. Me ha venido a la cabeza su nombre porque estoy terminando un libro suyo.
Ander: Yo ahora estoy releyendo ‘Historia de la música de swing’, de Patri Goyalde.
Un plan que nos propongáis para hacer en Euskadi o Navarra.
“Yo soy supersticiosa, un poco ‘friki-mística’ y me gusta fantasear con que todo son señales del universo”
David: Hace poco fui a Pamplona de ‘gaupasa’, comí en un bar que hay en la plaza del Castillo que se llama Napargar y fui a jugar a los bolos, que es un plan muy divertido.
Ander: ¿Saliste de Gros?
David: Pedí pasaporte (risas).
Arantza: Yo recomiendo hacer Onddi y Adarra. Se pueden hacer siguiendo una ruta circular por los dos montes que es muy bonita. Es una excursión de cuatro horas en total así que es muy accesible.
Ander: Como residente en Pamplona, recomiendo hacer una excursión al monte Ezkaba, cerca de Iruña, que tiene una antigua cárcel de la Guerra Civil que está abandonada y de la que se escaparon todos los reclusos que había dentro en lo que se conoció como la fuga del Fuerte-Prisión de San Cristóbal y tiene mucha historia. Es chulo de visitar y está aquí al lado.
David: ¿Pero qué dices de montes si tú eres mucho más de bares?
Arantza: ¡Hombre, yo puedo hacer una ruta de bares también! (Risas)
David: ¡Te la haces en un pispás!
Arantza: Claro, porque tengo unas rutas circulares en Wikiloc…
David: Circulares sobre todo de regreso a casa… (risas)
Karmen: Pues en mi caso sé que queda guay decir que os recomiendo visitar el Chillida-Leku, pero es que es verdad, está en un sitio precioso, es un museo que está muy bien y hace diversas actividades culturales.
¿Una afición que tengáis o algo que os gustaría aprender a hacer?
Nacho: A mí me gustaría poder esquiar fuera de pista o seguir con el punto de cruz, que en el cole algo aprendí y se me daba bien (sonríe).
David: No sé… Tal vez me gustaría aprender a bailar guay. Y llevo años diciendo que me gustaría aprender armonía.
Arantza: ¡Mover las orejas! Tengo una técnica muy depurada (risas).
Ander: Ah, pues si eso es una afición, la mía es ser fan del Mirandés porque mi familia es de allí y no me queda otra… (sonríe).
Un sueño que queráis cumplir, algo que tengáis en mente y que no os gustaría moriros sin haberlo hecho realidad...
Arantza: A mí me encantaría hacer submarinismo en Egipto.
Ander: Yo voy a decir algo que hizo un colega que es básicamente irte a tocar con la Filarmónica de Cuba. Estuvo allí casi tres meses y por lo que contó se lo pasó increíble…
Nacho: ¡Ala, qué guay!
David: Yo igual diría tocar con Tom Waits, pero no sé…
Nacho: Ser piloto de avioneta llevando a arqueólogos a islas perdidas y vives unas aventuras geniales.
Luna: A mí me encantaría grabar mi disco y sentirme bien con él para poder hacer una gira presentándolo. Así me podría morir tranquila.
¿Y si pudiérais daros un capricho? ¿Cuál sería?
David: Visitar Trinidad y Tobago para conocer las raíces del calipso, un género musical muy popular en América Latina. Me gustaría vivir allí y ser uno más allí y recorrer todas sus salas de conciertos. Y también me encantaría ir a Perú y asistir a todos los conciertos de cumbia habidos y por haber.
Luna: Yo me iría a Nápoles a participar como actriz en un espectáculo de comedia de máscaras en la calle, en cualquier rincón callejero.
Karmen: A mí me gustaría ir a Guatemala que hace muchos años que no he ido, cuando era pequeña. Mi padre es de allí y entonces me gustaría visitar a mi familia, adentrarme en la selva y conocer las ruinas de Tical.
Ander: A mí me gustaría disfrutar de Noruega, aunque es muy caro todo allí.
Arantza: A mí me gustaría hacer trekking en Nueva Zelanda. Irme con la mochila a lo loco.
Todos: ¡Uala qué plan más chulo! Con Arantza nos vamos al fin del mundo.
Muy bien, y nuestra última pregunta sería, ¿quién os gustaría haber sido en otra vida?
Arantza: ¡Nefertiti!
Todos: (Risas).
Parece que lo tienes claro…
Arantza: Sí, totalmente (sonríe).
Ander: A mí me hubiese gustado conocer a Louis Armstrong, trompetista en Nueva Orleans en 1920 y 30, y tocar con él codo a codo y adentrarme en la escena de jazz de la época.
Nacho: Pues a mí ser un aventurero del siglo XIX al estilo de Jeremiah Johnson.
Luna: Empiezas a pensar en mujeres de otra época y casi que me quedo como estoy. Eso sí no me importaría conocer a Àlex Monner, que es un actor catalán que me encanta. Por si nos lee…
Todos: (Risas).
David Pisabarro (voz y banjo)
David Pisabarro concibió Ghost Number en 2014 como un proyecto musical muy especial, donde se mezclasen géneros como el calipso, el mambo, la cumbia o el country. Es el alma máter de la banda y además de cantar, toca el banjo. Estudió Sonido en la la Escuela de Cine y Vídeo ESCIVI y luego Producción Musical y Audiovisual en SAE Institute de Madrid. Trabaja como técnico de sonido en la Sala Altxerri de Donostia.
Arantza Molina (violín y teclado)
Arantza Molina (41 años) es la veterana de la banda. Natural de Donosti, conocía a David de la escena musical de la capital gipuzkoana. En Ghost Number toca el violín y el teclado. Trabaja como apoyo educativo en el aula con niños con necesidades especiales y está estudiando un Grado de Educación Infantil. Es muy aventurera, le encanta el monte, pero también ir de bares y hacer viajes a destinos exóticos.
Ander Solabarrieta (guitarra)
Ander Solabarrieta no fue el último en incorporarse al grupo, pero a pesar de llevar con ellos cinco años, siempre seguirá siendo “el nuevo”, bromean sus compañeros. A sus 27 años es el más joven de la banda. Toca la guitarra en Ghost Number y trabaja como profesor dando clases particulares de música. Estudió fagot, pero terminó dejándolo y ahora está terminando el grado de Guitarra Jazz en el Conservatorio Superior de Pamplona. Es natural del barrio de Amara.
Karmen Salazar (coros)
Karmen Salazar (Donostia, 31 años) es una de las dos coristas de Ghost Number, junto con Luna Chirivella. Trabaja como psicóloga, pero reconoce que su principal afición es el grupo y todo lo que tenga que ver con la música. Reconoce que en la banda no falta sentido del humor y que se divierten mucho todos juntos. Los componentes que faltan son el batería Iñigo Manterola (Pelle); y el trompetista Oskitz Gorrotxategi.
Nacho Fombuena (guitarra y contrabajo)
Nacho Fombuena es de Madrid, del barrio de La Estrella. Tiene 37 años, dos hijos, un perro, un gato y dos carreras, Geografía y Contrabajo, que estudió en Musikene, detalla. Además toca la guitarra en Ghost Number. Ha sido ‘boyscout’ de niño y le gusta mucho el monte y escalar. “Siempre hago el saludo de los boyscouts al llegar y si hay que hacer un fuego en un camerino lo hago yo”, bromea, haciendo gala de su buen humor.
Luna Chirivella (coros)
Luna Chirivella también es corista en Ghost Number. Tiene 29 años y es de Valencia. Ha estudiado Arte Dramático y su sueño es actuar con un teatro callejero de comedia de máscaras en Nápoles y le gustaría conocer al actor catalán Àlex Romer. Ha sido la última en incorporarse a la banda, el pasado mes de octubre, y se define como ‘friki-mística’ porque es muy supersticiosa y le gusta fantasear con que todo son señales del universo, advierte entre risas.
