tudela. La Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Tudela aprobó la pasada semana sacar a concurso las obras de reparación del cubrimiento sobre el río Queiles por un importe de 993.538 euros. Según explicó ayer el concejal de Urbanismo, Daniel López, durante los meses de mayo y octubre se acometerá no solo la reparación del tramo que restaba (de la plaza de los Fueros a la calle Díaz Bravo) sino que se intervendrá también en el primero (de la plaza a la desembocadura del río) porque la actuación que se realizó en su día no fue la “correcta”. “Hay que reparar y cambiar de material, ya que los trabajos que se adjudicaron años atrás no cumplían con los requisitos técnicos. Lo que se va a hacer ahora es repasar todas las obras que quedaron pendientes y algunas que había con deficiencias, además de acometer todo el tramo nuevo”.

López se mostró muy crítico con el trabajo encargado en su día por el equipo de gobierno de UPN a la empresa Marco Obra Pública por 1,07 millones de euros (el precio de licitación había sido de 1,7 millones) y que acabó con el abandono de la obra cuando se había realizado la mitad, el tramo entre la desembocadura del río Queiles y la plaza de los Fueros. “La intervención es así de cara porque hay que hacerlo prácticamente todo de nuevo”, reconoció el responsable de Urbanismo que añadió que “he visto las fotos y los informes de los técnicos y hay armaduras que no se cubrieron correctamente. Básicamente lo que hay que acometer son reparaciones de trabajos que no se realizaron. Está claro que, si se hizo por el precio que se hizo, algo tenía que haber. Si ahora vamos a pagar prácticamente el precio entero, es porque hay que rehacerlo entero”.

Sobre los trabajos de mayo a octubre (período de estiaje del río), López apuntó que no presentan grandes complicaciones. “No se necesita una especialización suprema, lo que pasa es que se trata de una obra cara porque estamos hablando que se va a intervenir en un kilómetro. Por eso es tan caro y costoso en el tiempo”.

origen En 2008, un informe encargado por el Ayuntamiento ante la aparición de diversas grietas en el asfaltado sobre el cubrimiento del Queiles, estimó que, 40 años después, la obra presentaba desconchones en el hormigón, escaso recubrimiento de las armaduras, disolución del material cementoso, mala ejecución o degradación del acero por corrosión... Pese a todo, se señaló que la “gravedad de los daños es menor a la esperada a priori” pero, lo que es más importante se preveía una “evolución desfavorable” por el rápido incremento de la “corrosión de las armaduras con menor recubrimiento que están próximas a desprenderse”. Las obras iniciadas en 2009 (se pararon un año después) realizaron solo la mitad del trabajo. Entre la plaza de los Fueros y Díaz Bravo la situación era mejor que en la desembocadura, si bien se alertaba de “perforaciones ejecutadas indiscriminadamente en la zona de la clave, que afectan al comportamiento estructural de la propia bóveda”. Además se indicaba que en la parte final existían “casos puntuales de oxidación y pérdida de material debido a una mala ejecución”.