Recuerdos de Pamplona
Aunque hayan transcurrido muchos años, ciertos sucesos no se olvidan fácilmente. Nací en Pamplona y residí en el barrio de Rinaldi, cerca de la calle Abejeras. Como decía, hay casos y cosas que quedan en la memoria.
Lo expuse en Cartas al Director de DIARIO DE NOTICIAS, al cual soy adicto. Hace unos días, relataba un sucesos ocurrido en 2017. Saludo a Joseba Asiron en la calle Estafeta. Al identificarme, nombre y apellidos, me comentó que había leído una reseña con mi firma.
Quien esto lea y conozca la capital, recordará que donde está lo que es hoy el Baluarte, existió un cuartel militar: “América 66”. Allí hice la mili, en aquellas fechas obligatoria, y que duraba (no recuerdo bien) 18 o 20 meses. A mis veintiún añitos fui parte de la milicia con la graduación de cabo.
Una tarde salí de casa alrededor de las seis de la tarde, de uniforme. ¡Claro! ¡Qué remedio! Normal en aquellas fechas. Cuando llego a la avenida Galicia la cruzo por el paso de peatones, a la altura del bar Sol. El sonido de las trompetas me detuvo. La Guardia Civil estaba arriando la bandera española que tenían en el jardín. Todo un ceremonial. Un taconazo llevando la mano a la visera de la gorra. Más de un paisano se paraba a curiosear.
Sorpresa. Cuando terminaron, siento que alguien me palmea la espalda. Me vuelvo. El coronel en persona. Tieso como un poste le saludo. “Muy bien, sargento”. Mi respuesta no le sorprendió: “Aunque mis galones estén descoloridos, soy cabo”. Su respuesta, de los más sorprendente: “¡Ah! Pues persevere, joven, puede llegar a coronel. Yo no lo hice.” ¡Como para olvidarlo!
Un detalle. El comentario de Joseba Asiron en nuestra charla en la calle por donde corren los toros en San Fermín me dejó pasmado. A un amigo suyo lo detuvieron y encarcelaron por no detenerse a saludar como estaba establecido en aquellas fechas. Corría el año 1967. ¡Qué tiempos!