Además de ser sanos y sabrosos, los brotes o germinados contienen un aporte nutricional muy elevado y además son muy fáciles de cultivar en casa. Sólo necesitas poner a remojo semillas de cualquier leguminosa, como soja o lentejas, granos de cereal como alfalda o trigo, pero también berros, rúcula, remolacha o incluso kale. Ellas mismas germinarán por sí solas, es decir, al ablandarse y romperse su cáscara, crecerán en busca de la luz. Pero, ¿cuáles son los beneficios de incorporar semillas germinadas en nuestros platos?

Antes de nada, debemos saber que su aporte calórico es muy bajo y además ayudan a mantener sana nuestra flora intestinal. Son más fáciles de digerir y asimilar por parte de nuestro estómago, ya que el almidón que contienel embrión de las semillas se transforma en azúcares más simples.

Los germinados son considerados alimentos ‘vivos’ porque su valor nutricional se mantiene intacto hasta el momento en el que los comemos. Además, gracias a a dicho proceso enzimático, se incrementa su aporte en vitamina C y vitamina B. Asimismo son ricos en minerales, especialmente en hierro, y en antioxidantes como los betacarotenos. Y poseen propiedades antianémicas gracias a su alto contenido en clorofila.

Instrucciones a seguir

-Echa tres cucharadas de semillas en un tarro o recipiente de vidrio.

-Llena con agua hasta cubrirlas por completo.

-Tapa el recipiente con una tela.

-Deja reposar en un lugar oscuro de 12 a 15 horas.

-Lava las semillas con agua tibia.

-Vuelve a introducirlas en el recipiente, cúbrelo con la tela y guárdalo en un lugar oscuro y seco a una temperatura de unos 20 ºC.

-Los primeros días enjuaga las semillas diariamente 2 o 3 veces. Después enjuágalas sólo una vez al día.

-Cuando los brotes tengan una longitud de 3 cm, aproximadamente, deja que sigan creciendo expuestos al sol.

-Cónservalos en la nevera, bien secos, en un recipiente de cristal. Pero ojo, no los guardes durante más de una semana, porque pueden llegar a estropearse.

-Es mejor consumirlos crudos, puesto que la cocción destruye gran parte de su contenido nutricional, y has de saber que puede comerse el brote entero, incluyendo las hojas y las raíces.

Lentejas con verduras

ingredientes

320 g de lentejas pardinas

1 pimiento verde italiano

1 pimiento rojo

1 puerro

1 cebolla

2 zanahorias

1 tomate

2 patatas

3 cucharadas de tomate frito

Una pizca de sal

Aceite de oliva virgen extra

4 dientes de ajo

1 cucharada de pimentón de la Vera

Elaboración

Picamos todas las verduras al gusto de cada uno, ya que a algunas personas les gusta notar la verdura y a otras en cambio no. A continuación, las ponemos 5 minutos y a fuego fuerte en una cazuela con un poco de aceite de oliva virgen extra. Cuando pase el tiempo echamos las lentejas, que hemos lavado previamente, y las salteamos durante dos minutos. Añadimos el tomate frito y cubrimos las lentejas de agua, no nos pasemos con la cantidad del agua. Seguido troceamos las patatas, echamos un pizca de sal, y bajamos el fuego para dejar cocinar entre 40 y 50 minutos a fuego muy suave. Cuando estén hechas, y solo el que quiera, doramos en una sartén los ajos que previamente hemos cortado en laminas. Al terminar lo echamos a la cazuela con una cucharada de pimentón, mezclamos, lo dejamos otros 5 minutos a fuego suave y ya estarían las lentejas.